martes, 21 de agosto de 2007

Todos ganaron en el "debate" sin debate









La frase de Eduardo Ángel Cruz sobre el abanderado de Alternativa es, sin duda, atinada: David Esponda es mucho candidato para tan poco partido.

Creo, sin embargo, que no debió de entrarle a la competencia de lectura con modulación de propuestas en que se convirtió el foro de los aspirantes a la presidencia municipal.

Teniendo esa basta cultura, conociendo a Comitán como lo conoce, debió ir a exponer sus ideas, sin tecnicismos de ningún tipo, sino como él suele plantear las cosas en las charlas de café, en los mentideros políticos. Tiene información apegada a la realidad, conoce de los problemas, su experiencia en la administración pública es amplia.

Pero también optó por la lectura de documentos que él u otra persona escribieron, no se puede saber.

Pero Esponda Argúello, definitivamente, es uno de los ganadores del “debate”, porque no teniendo nada que perder, logró que lo escucharan más personas y que saliera en las fotos.



En el extremo opuesto, Eduardo Ramírez Aguilar aprovechó su tiempo para llegar a mucha gente a través de la radio, y, bueno, al menos esos potenciales electores no vieron que andaba leyendo un documento de propuestas que él u otra persona escribió, no se puede saber.

Lalo Ramírez era quien tenía mucho qué perder, pero conociendo las reglas del juego le entró, porque no había “riesgo” alguno, y ganó.

Sin embargo no era necesario que leyera tanto. Bastaba con tener ciertas anotaciones para no perder el orden de las ideas ni los datos precisos, para que de ahí partiera su exposición. ERA sabe hablar espontáneamente, tiene amplio conocimiento de los problemas, y las soluciones alternativas que propone las ha explicado en distintos foros, eventos, mítines. Quizá de haber sido un evento televisado le hubiera entrado a la exposición espontánea y no habría deslucido.



El candidato del PAN, Alejandro Sánchez Crocker, ganó puntos también. Cierto, deslució su lectura de propuestas, fue en un solo tono, como en “fa”, como para hipnotizar, pero promovió un gran ruidero a las afueras del Junchavín, que la prensa dejó sus asientos para ir a ver qué tanto pasaba. Luego, al ver a un operador panista sufriendo las consecuencias de su osadía, se solidarizó con él y le recibió el discurso que pretendía entregar, logrando así su objetivo.

Pero por encima de ese triunfo circunstancial el candidato panista logró ser más visto en la prensa escrita, ganó en exposición, se hizo “competitivo”; planeado o no, fue otro de los ganadores que no tenían nada que perder.





El ya famoso “Santa”, Ricardo Ibarra Gómez, también tuvo una magnífica oportunidad para repuntar, para ganar popularidad, conocimiento de su persona, rating. Y mientras habló sin leer propuestas la hizo bien, lució, penetró. Porque definitivamente cuando alguien lee un documento quienes escuchan normalmente se ponen a pensar en otras cosas, de su alrededor o de sus propias problemáticas o sueños, o se pone a chismear. De hecho da sueño. La mirada se pierde en el limbo.

Otro detalle es la voz, le hizo falta más “enjundia”, subrayar con cambios de tono aquellos aspectos que valen la pena destacar. Y si a los ojos y oídos de Eduardo Ángel Cruz el candidato del Partido del Trabajo ganó en dos temas, por el contenido de sus propuestas, pienso que fue porque fue en la exposición de los mismos no usó mucho el “acordeón” o de plano lo hizo a un lado.

Dos detalles más: no le hizo caso a la “ausencia” del candidato que eligió no acudir al foro de lectura de propuestas, lo cual pudiera significar que lo tiene sin cuidado, y al término del evento decidió realizar una “marcha” de dos vueltas alrededor del parque central de Comitán, en un buen ejercicio físico, para el fortalecimiento de los músculos y la ejercitación de las cuerdas bucales por parte de sus seguidores. Santa no tenía nada que perder, y ganó.


En un intercambio de ese tipo nadie pierde, debido al formato; independientemente de quién o quiénes aporten para el financiamiento de su transmisión en vivo, ganan los que menos posibilidades tienen de ganar. Aprovechan la situación. Qué bueno que hay gente inquieta, con deseos de “aparecer en escena”.




Pero seguramente quienes hayan ganado más son las y los comitecos, porque al menos van percibiendo que los políticos están tratando de reconocer los grandes problemas de la ciudad y el municipio, y si algo les quedó de las distintas exposiciones ya tendrán para comentar en sus propias reuniones y convertirse en analistas políticos espontáneos.

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