miércoles, 28 de junio de 2006

Felipe, no me des trabajo, hazme tu cuñado

En Caliente quiso estar en el cierre de campaña del PEJE. Mejor no hubiera ido. Eso de no llevar acreditación es igual a ir como uno más, sin los privilegios de los periodistas. Ni modo.
De todos modos sabía que iba a ir como pueblo, porque tenía que acompañar a mi familia, la señora quería ver a Andrés Manuel López Obrador de cerca, tomarle su foto, o tomarse una foto con él, para después exigirle aquella maquinita diciéndole: "mira, me la prometiste en tu cierre de campaña". Inocente palomita.
Si llegar fue difícil, regresar fue peor.
De hecho ni pudimos llegar, lo más cercano que pudimos estar de una pantalla gigante fue a tres cuadras. De hecho yo quería que nos quedáramos antes, o de plano nos regresáramos, porque me andaban pisando mis callos, mi guarache no conseguía proteger mis ojos de pescado.
Pero el tumulto era tal que nos empujaron una cuadra más, a la del Padre de Nati. Por eso nos acercamos a tres cuadras de la pantalla gigante, pero ya lo que deseábamos era salir de ahí, por lo que al encontrar la primera esquina doblamos a la derecha, para pensar en el retorno, pero en la siguiente avenida estaba igual.
Por tanto ya no vimos al PEJE ni en la pantalla gigante, menos en persona, ni supimos que dijo.
Lo que sí pudimos fue escuchar a la gente, gritándole al candidato del PAN: "NO SOMOS UNOS, NI SOMOS CIEN, PINCHE FELIPE, CUENTANOS BIEN", así iban coreando.
Iban todo de amarillo, su ropa, sus banderas, las gorras, sombrillas, los globos, la andadera de bebé y de ancianos, todo, hasta el Sol quiso salir y enseñar su color, a pesar de que minutos antes había caído fuerte aguacero.
Así que como no pude tomarle fotos a nadie, me dediqué a mirar a la gente que tenía enfrente, la que andaba yo aplastando con todo el peso de mi musculoso cuerpo.
Y lo que vi me causó risa: una persona llevaba en su playera una petición a Felipe Calderón, decía: FELIPE, NO ME DES TRABAJO, HAZME TU CUÑADO.
La alusión es clara: Felipe no tiene las manos limpias, las tiene sucias de tráfico de influencia, y desde la posición de poder que estuvo no sólo le dio chamba a su cuñado, sino también lo puso a manipular a su antojo los datos del Instituto Federal Electoral y los de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), con intención de hacer trampa, fraude electoral.
Otro señor llevaba escrita esta frase: "QUE NO TE GANE EL RENCOR Y EL MIEDO, CON VALOR VOTA POR ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR".
Miles de espaldas amarillas llevaban una caricatura del PEJE diciendo: "SONRIE, VAMOS A GANAR, AMLO PRESIDENTE".
Seguramente la guerra de cifras va estar a la orden del día, FOX y FELIPE dirán que 200 mil, los PEJES dirán que un millón 200 mil, pero definitivamente con dos de las avenidas que se llenaron al tope hasta por 5 cuadras se puede llenar el Estadio Azteca, que fue el máximo logro de Felipe. La elección está decidida. Me debes una comida Kanter, y voy a estar con toda la mi prole.

MI AMIGO Gerardo de Jesús Hernández Morales
Qué gusto fue encontrarme a Gerardo en el Messenger, de veras, y más todavía que me dijera amigo, me cae. La razón es muy sencilla: a Gerardo lo conocí como alumno de la escuela de Educación Especial "ANNE MANSFIELD SULLIVAN", del barrio de la Cueva, funda por Martha Aurora Avendaño Román y hoy dirigida por Lupita Gómez. El acudía a sus clases en el área ocupacional, con la maestra Lupita Alfonso, la inolvidable Lupita.
Lupita, por cierto, repetía mucho uno de los tantos eventos chuscos que se dan en cualquier centro de trabajo. Trataré de recordarlo.
Resulta que estaba José Ramón muy cansado, y en lugar de lijar su madera, enterró la cabeza entre sus brazos y se durmió. Los ronquidos lo oía Gerardo, Lupita, los Gemelos y quienes podían oír sonidos, pero no los muchachos con discapacidad auditiva. El tema era, pues, José Ramón.
De pronto comenzaron a oírse sonoras carcajadas de Gerardo, Lupita, Los Gemelos y los demás que podían oír, mientras que los sorditos solo hacían gestos de ¿WAT? ¿WAT?, con sus gestos, mientras que los demás seguían retorciéndose de la risa, hasta que de pronto los sordos sintieron un fétido olor que provenía del joven dormilón, quien había comenzado a hacer ruidos ya no por arriba con sus ronquidos, sino por abajo, con sus flatulencias, y ahí nuevamente comenzaron a retorcerse de la risa por lo que, tarde, habían descubierto los otros estudiantes.
Pero Gerardo Hernández Morales no sólo tiene esas anécdotas, y ojalá pronto nos comparta otras vivencias.
Señoras y Señores, permítanme decirles que mi amigo Gerardo es un líder, en un hombre muy inteligente, brillantísimo.
El es totalmente ciego, ignoro por qué, pero aún así aprendió a leer y escribir, mucho mejor que algunos de nosotros los reporteros, mucho mejor que algunos de los licenciados en derecho, mucho mejor que los médicos y, claro, con menos errores de ortografía que Vicente Fox y Martha Sahagún y Felipe Calderón.
Gerardo aprendió a leer y escribir con su regleta y su punzón, en sistema braile, y así tiene muchos libros que ha leído una y otra vez.
Pero ahora el señor Gerardo, ya hombre casado y con hijos, tiene su propio correo electrónico, y chatea con sus contactos, y escribe rebien, ni quien se imagine que del otro lado esté un invidente.
Y él mismo explicó cómo su computadora es especial, en la entrega de ayer.
Bueno, por hoy hasta aquí, haaaa, con la noticia que el beato Carlos Ulises Domínguez Mijangos alias «CaDoMi» me diseñó mi página web o mi blog, o no sé como se llama, pero el que quiera ir leyendo mis En Calientes ya está disponible la dirección siguiente: http://en-caliente.blogspot.com/

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