lunes, 5 de marzo de 2007

Kanter en la defensa de sus derechos políticos



No sé exactamente qué influyó más para que Jorge Constantino Kanter conservaran en el PRI, íntegros, sus derechos político electorales: si su buena estrella como político, su cercanía con el gobernador Juan Sabines Guerrero, la también existente con la gordita de la Arely Madrid y Arnulfo Cordero Alfonso, su presunta inocencia (en este caso también debió de haberlos conservado Roberto Albores Guillén) o el estar bien con este columnista.

Como sea, el señor le pegó una buena revolcada a la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, el partido político al que sigue perteneciendo, a pesar de los pesares, en este caso a pesar del encabronamiento de José Antonio Aguilar Bodegas, quien estaba perfectamente enterado de que el principal activista y operador político de Roberto Albores Guillén era, precisamente, el aún alcalde de Comitán de Domínguez.

Inclusive no sé quién de los dos: Kanter o Albores, le hizo más daño a Josean: si la “declaracionitis” de la que enfermó el ex gobernador, oriundo de Comitán, o la frenética actividad de Jorge Constantino en una gran cantidad de municipios, en distintas zonas económicas de la entidad.

La región fronteriza le quedó chica a Jorge Constantino Kanter en las semanas previas al 20 de agosto, la zona indígena también, igual recorrió los municipios serranos y de la costa.

Inclusive creo que Kanter es mucho más conocido en los municipios chiapanecos que el Senador Manuel Velasco Coello, quien es ampliamente conocido pero sólo donde llegan los periódicos locales.

El senador es un chico “ligh” y difícilmente pudo haberse enlodado el calzado en campaña, aunque sí se le vio rodeado de multitudes, la mayoría militantes del PRI, pues su partido está muy verde en cualquier esquina.

Pero estos dos personajes también son contrastantes en el discurso: mientras que el Güero Velasco tiene un discurso lleno de clichés, lugares comunes y siempre va sobre el mismo plano, carentes de emotividad y de compromiso, el de Kanter va siempre cargado de polémica, lleva la nota, no se anda con medias tintas.

Por eso precisamente se vio involucrado en este proceso de expulsión, porque no se anduvo por las ramas en el proceso de selección interna del candidato, ni anduvo esperando que el viento decidiera la candidatura tricolor para suceder a Pablo Salazar Mendiguchía.

Kanter exigió un proceso de selección interna apegada a los estatutos del tricolor, priorizando un método que le permitiera a las bases de su partido decidir entre las mejores propuestas políticas de entonces: el de Roberto Albores, Juan Sabines y José Antonio Aguilar Bodegas.

Pero Josean consiguió que Madrazo le diera un Dedazo, muy al revés de aquel año 2000 cuando pedía que la militancia le diera un Madrazo al dedazo, y así consiguió ser impuesto candidato, a base de golpes y de sangre, inclusive.

Ahí fue donde salió lo bronco de Kanter: “o me ganan por la buena, o le hago un hijo, elijan”.

Mientras que otros alcaldes decidieron mantenerse al margen, calladitos, sumisos, nomás esperando línea, Kanter le entró a la acción, y sí despotricó contra la antidemocracia al interior del PRI.

Aunque él y muchos más creen que pelear por la democratización de su propio partido no es estar contra él, sino que significa ser consecuente con las propias convicciones y con la institucionalidad del propio instituto.

Y por ahí se fue la defensa de sus derechos políticos, por un equipo de abogados con capacidad acreditada.

Estos fueron parte de sus argumentos:

I. “En el año 2006, se realizaron los comicios para elegir Gobernador en el Estado de Chiapas, en los cuales, el 20 de agosto de ese año, resulto vencedor el C. Juan Sabines candidato opositor al Partido en que milito. Es de señalarse para referencia en el presente caso, que el hoy gobernador de Chiapas, participó en un proceso interno como militante del PRI, sin embargo por decisiones de índole nacional no se llevó acabo el proceso interno, aprobándose una candidatura por coalición con el PVEM. En esa circunstancia, Juan Sabines optó por retirarse de la filas del PRI y participar como candidato en otro Partido.

“Esos hechos en absoluto son suficientes para determinar mi expulsión, ya que si bien es cierto que al interior del Partido conocí a Juan Sabines, también lo es que el suscrito, consideró permanecer en el PRI.

II. “Es importante mencionar como contexto del presente asunto que el hoy Gobernador del Estado de Chiapas, fue por mucho tiempo militante del Partido Revolucionario Institucional; por lo cual su triunfo en las elecciones pasadas en el estado de Chiapas, ha desatado al interior del PRI, una serie de actos ilegales que se traducen en “una persecución sobre militantes”, con la cual se intenta justificar la derrota sufrida en esos comicios.

“De esta manera la dirigencia ha iniciado procedimientos de expulsión a distintos militantes para justificar la incompetencia mostrada en la elección pasada.

III: “En efecto, el veintidós de noviembre de dos mil seis, Roberto Ortiz Gutiérrez, en su carácter de integrante de la LXII Legislatura al Congreso del Estado de Chiapas, formuló ante la Presidencia de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, con fundamento en el articulo 227 de nuestros estatutos, una denuncia de hechos por actos de “deslealtad” al Partido.

IV.- “El día 5 de diciembre de diciembre de 2006, me fue notificado el acuerdo de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria, donde, por una parte se me sujeta a proceso sancionatorio y por otra se dicta la suspensión de mis derechos como militante del PRI, como medida cautelar, entre tanto se desahogaba dicho procedimiento de sanción iniciado en mi contra, por supuestos hechos de deslealtad al Partido consistentes en el apoyo a un candidato opositor a mi Partido.

V. El día veintiocho de diciembre de 2006, comparecí por escrito ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria para el desahogo de la garantía de audiencia respecto al proceso sancionador.

VI.- “El día 11 de enero de 2007, ese H. Tribunal Electoral determinó que la aplicación de la medida cautelar era ilegal por lo que se ordenó revocar el acuerdo impugnando tal y como consta en el expediente SUP-JDC-1776/2006.

VII.- “En fecha 1 de febrero del año en curso, se me notificó la resolución adoptada por la Comisión Nacional de Justicia en la cual en el resolutivo primero se determina la expulsión del Partido, sin que existan pruebas para acreditar la causal de expulsión, que me es aplicada para perder mi membresía dentro del PRI.

“Es de señalarse que los hechos que se me imputan se niegan rotundamente ya que siempre he mostrado una conducta de lealtad a favor de mi partido y de los candidatos que se postulan en los términos de ley, ya que si bien es cierto tengo una obligación como militante del Partido Revolucionario Institucional, también los es que como servidor publico ostentado el cargo de Presidente Municipal, debo respetar la norma electoral que busca equidad en la contienda electoral, lo cual impide que pueda haber manifestaciones públicas que pudiesen haber afectado el proceso electoral; de no haber sido así, hoy pesarían sobre mi personas denuncias y sanciones por parte de los órganos electorales del Estado (Instituto Estatal Electoral del Estado y Contraloría de la Legalidad Electoral, entre otros). No obstante a lo anterior, he de mencionar que dentro del marco de la ley, y como individuo que goza de prerrogativas ciudadanas, he cumplido cabalmente con la norma estatutaria del Partido Revolucionario Institucional por lo que la sanción que se me aplica no es legal ya que obedece a circunstancias políticas más que jurídicas, como se podrá constatar al analizar el asunto que se presenta”.

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