La instrucción de tener solo una entrada a las instalaciones de la feria fue dada desde
Una medida estúpida, según el calenturiento del chaparrito de la sierra.
Porque, así, encajonan a todas las personas para que de manera inevitable pasen por su “dosis” de influenza en el mismo lugar.
¿De eso se trata?
Si de por sí es cuestionable haber realizado la feria, cuando pudo haberse pospuesto, aceptar esa medida tomada con menos de 60 puntos de coeficiente intelectual fue peor.
Quizá se debió haber pensado en una medida totalmente contraria: abrir muchas puertas de entrada y salida, para no participar de concentraciones masivas, o “encuentros masivos”.
Y, claro, en cada entrada, colocar personal que aplicara las medidas pertinentes, tales como la entrega de gel antibacteriano, entrega de cubrebocas, etc.
Ese personal pudo haberse compuesto por agentes de la policía municipal, para que no permitieran la entrada de nadie que no participara de tales medidas, en lugar de poner a esos mismos elementos en todas las entradas posibles, sólo para dar una orden terminante: “Usted no puede pasar por aquí, si gusta hay un acceso, el único, que está en tal parte”.
Sólo le faltaba decir: “Si de verdad quiere agarrar la influenza allá está la entrada, ahí están sirviendo pequeñas dosis de bacterias de
Mucho gusto, quédense con su influenza.
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