lunes, 12 de noviembre de 2007

Basurero Ambulante


El municipio de Frontera Comalapa, donde viven alrededor de 60 mil personas, ha tenido un basurero ambulante, que ha derivado en un proceso de contaminación que ha abarcado varias localidades pero, sobre todo, ríos.


Hasta la fecha ningún alcalde ha localizado un lugar adecuado para construir un relleno sanitario, o quizá no lo han buscado.


Desde los períodos de Boanerges Gordillo López (1991-1995) y Alaín Anzueto Roblero (1999-2001) el lugar tradicional donde el ayuntamiento tiraba la basura de los pobladores de la cabecera municipal era un espacio cercano a las orillas del río grande o Río Grijalva, a la altura del ejido Bella Vista del Norte.

Pero Alaín Anzueto Roblero (1991-1995) enfrentó oposición para seguir depositando ahí la basura, por lo que afortunadamente dejó de tirarla casi directamente al río chiapaneco, aunque los desechos que ya había sido dejados ahí siguen contaminando gravemente al Río Grijalva.

Fue a raíz de esa oposición que Anzueto Roblero decidió buscar otro lugar donde depositar la basura de los habitantes de la cabecera municipal, y tomó la inteligente y desconsiderada decisión de abrir un nuevo basurero en la Unidad Deportiva, a unos nueve minutos del parque central, también cercano al Río Grijalva, a la altura del panteón municipal, afectando a los pobladores del lugar, entre ellos la familia Trejo, San Francisco La Aurora, y otras más.

Es decir, el entonces alcalde no sólo no realizó ningún estudio de impacto ambiental, sino que ni siquiera le importó la salud de las personas que acudían a hacer deporte a la Unidad Deportiva ni de quienes vivían (viven aún ahí) las 24 horas del día de los 365 días del año con sus 6 horas extras.

Pero el siguiente alcalde comalapense, Jorge Luis Aguilar Meléndez (1999-2001) tuvo una brillante idea: abrir un nuevo basurero, dos kilómetros más adelante de la Unidad Deportiva, en los terrenos de Amilcar Escobar Escobedo, en el barrio de La Sabinada. Y aproximadamente 200 pobladores resultaron seriamente afectados, sin que al edil le importara.

Luego llegó José Uber López Camey (2002-2004), y la basura de Comalapa seguía enfermando a los del barrio La Sabinada, hasta que los habitantes se pusieron un poco abusados y, ante el incumplimiento de algunas obras por parte del alcalde, bloquearon los accesos e impidieron que se siguiera perjudicando a tanta gente.

La decisión de López Camey fue pedir asilo a los habitantes de Ciudad Cuauhtémoc, depositando la basura a la altura de Las Champas, a escasos metros de la línea divisoria con Guatemala. La gente de ese lugar aceptó que fueran a perjudicar su entorno a cambio de una obra de drenaje profundo, pero como el alcalde no cumplió, otra vez le cerraron las puertas a la basura de la cabecera municipal, cada vez más apestosa.

López Camey decidió echar una mirada a la zona de riego, allá donde se produce maíz, frijol, calabaza, sandía, melón y gran cantidad de productos agropecuarios para consumo de los chiapanecos y de otras entidades. Adquirió 5 hectáreas de terreno, comprándolo con dinero en efectivo, pero inexplicablemente la gente, meses después, le quitó el terreno al ayuntamiento. Se reapropió del mismo, quién sabe por qué.

Toma posesión David Escobar García, quien primeramente volvió a tirar la basura en La Sabinada, en el terreno de Don Amilcar Escobar Escobedo, su papá.

Ahí la llevaba sin muchos conflictos, pero este año le retiraron el apoyo, por lo que recurrió a los del barrio Huixnayal, y durante un tiempo, al parecer, ahí estuvo depositando la basura comalapense. Más tarde intentó volver a utilizar el bajadero de Bella Vista del Norte, cerca del río Grijalva, pero poco tiempo después se volvió a cerrar esa opción.

En la actualidad la basura es depositada en ejido San Juan, a escasos 2 kilómetros de la población de ese lugar, que pertenece al municipio de Bella Vista, muy cerca, a metros del río San Juan, que más adelante desemboca en el río Grijalva, a la altura de Bella Vista del Norte.

Esta basura es recolectada y transportada por 40 trabajadores de limpia, quienes, según datos extra oficiales, ganan alrededor de un mil 400 pesos quincenales, y a la fecha no cuentan con servicio médico.

Por si fuera poco desde hace muchos años las aguas fecales que van a los drenajes llegan a parar al río de la Jimba, un manantial de aguas dulces y cristalinas que nace en Huixnayal, y que pasa por la propiedad de Jorge Villar, al final viene a caer en La Junta.

La Junta era antes un lugar paradisíaco, porque ahí se reunían los dos ríos de aguas dulces, propias para el consumo humano, para nadar y pescar, con el anzuelo, pero ahora el río La Jimba es un conducto a cielo abierto del drenaje comalapense que llega a parar al río Grijalva. Lleva así decenios.

Ahora ya sabemos que los habitantes de Villahermosa, Tabasco, tienen bajo sus pies y dentro de sus casas mucha de las heces fecales de Frontera Comalapa y, sin duda, de decenas de municipios chiapanecos.

Así somos de listos y desinteresados en el cuidado de nuestro propio entorno.

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