domingo, 4 de febrero de 2007

Las Calenturas de un Regidor Pinolteco


“Quien pudiera tener la dicha que tiene el gallo, racatapun chinchin el gallo sube, echa su polvorete, racatapun chinchin él se sacude”, canta todas las mañanas el Fredy, en Las Rosas
Es, en realidad, un tipo con suerte.
No sólo es joven y apuesto el señor, es entrón, todo un Don Juan Tenorio.
Es tan chingón, según corre su fama en toda Pinola, que hasta corrido le anda haciendo Don Francisco “El Mariachi”, con una tonada muy parecida a la canción de El Tigre de Santa Julia.
Y es que el señor incurrió desde muy temprano en la vida política, con éxito. Llegó lejos, a su edad, y hoy tiene un ingreso mensual de 10 mil pesos sin hacer absolutamente nada, causa envidia hasta en este pobre y humilde escribidor de calenturas. Yo, pues, que si acaso entrego 20 calenturas al mes me pagan escasos mil pesos. Ha de ser triste.
Y, ya en el terreno de la polaca, Fredy descubrió sus dotes de hombre de alcoba.
A su mujer no sólo le endilgó un hijo luego, lueguito, sino inclusive la preñó casi en seguida de otro.
Pero, no contento con eso, o insatisfecho sexualmente a pesar de todo, decidió entrarle a una suculenta secretaria que le ofrecieron en palacio.
Resulta que el compa este andaba de sácale punta y tratando de ponerle un “cuatro” al alcalde Ramiro Aguilar Castañeda. Algo lo tenía inconforme, frustrado, irreconciliado consigo mismo.
Nadie lo pelaba en palacio, nadie le hacía caso, lo ninguneaban, de ahí su mala vibra y mal humor, algo le faltaba en la vida, aunque no precisamente mujeres.
Y entonces decidió tomar una sabia decisión: se alió a los opositores del prianista Ramiro Aguilar Castañeda, porque han de saber que el edil sigue siendo priista sin dejar de ser panista. En Pinola todo es posible.
En resumen, el compa Fredy traicionó a su jefe, a sus compañeros de grilla, a quienes llevó al poder municipal.
Ya aliado con Chemingo Meneses, y otros regidores democráticos, incluyendo uno de la planilla panista, comenzó a trabajar para causas nobles, a luchar por causas justas, a pelear por la justicia, por la defensa de los intereses supremos de Las Rosas y de su gente más sufrida. Era todo un revolucionario el señor. El que anda con Chemingo, a luchar por la justicia aprende.
Pero, clásico, quien traiciona una vez traiciona mil veces.
Y Fredy de pronto decidió darle la espalda a las causas nobles de los regidores opositores, quienes quisieran que los beneficios de los recursos municipales alcancen para todos, que las obras se hicieran más baratas, que nadie cobrara diezmo, que el pueblo fuera escuchado y atendido.
¿Cómo regresó al redil de Ramiro Aguilar Castañeda el compa este?
Igual que él andaba buscando qué cuatro ponerle a Ramiro, inclusive firmando documentos en su contra, a él le tendieron uno.
Una bella dama recibió indicaciones de apapachar a Fredy, hombre de cola fácil, aficionado al "M Force" para nunca "fallar".
Y, bueno, la carne es débil y, la del hombre, más débil todavía. Si no pregúntenle a Adán, quien no soportó la tentación de su Eva, cuando la vio en cueros.
Y con eso de que “dos tetas jalan más que una carreta”, le pusieron al hombre un par de las mejores y cayó, de cuerpo entero, en la red tendida.
“No importa, mientras la jaula sea de oro”, dice el señor.
En este tenor, un hombre muy inteligente que cobra como Síndico instruyó a su secretaria que le coqueteara al buen Fredy.
Y el hombre respondió. Rugió el Tigre de Santa Julio, o de Pinola.
La idea era rescatarlo de las "nefastas" influencias del Chemingo, a quien el propio Fredy fue a buscar para ofrecerle todo su apoyo y respaldo en su lucha revolucionaria y a favor de los más pobres. “Todos contra Ramiro”, decía, “le rompamos su madre”, enfatizaba. “Uno para todos, todos para uno”, como rezaban los Mosqueteros.
El problema fue que el calenturiento del Fredy no sólo cayó en las redes, sino que nadie puso un “hasta aquí” al jueguito. Jugaron con fuego y se quemaron. La chica salió con su domingo siete.
A punto estuvo el cuate este de irse “a los estados” o a “Tijuana”, pero optó por responder ante su desliz. Cumplió.
“O te haces responsable o te hundo”, le dijeron.
“Me hago responsable”, respondió.
“Pero primero te hundo”, le replicaron.
Ahora viene la debacle.
Porque su mujer, con la que tiene dos hijos este Tigre de Santa Pinola, lo demandó y va a tener que responder también allá, con la manutención.
Apenas el viernes pasado el repartidor de citatorios, Jorge Penagos, andaba corriendo con un documento dirigido al flamante Sexto Regidor, para que responda por sus andanzas y fechorías.
Va a tener que compartir sus diez mil pesos con dos mujeres reconocidas oficialmente, y no sé si una que otra “capillita” o “ermita”.
POSDATA: Compa Fredy. Te regalo un consejo de amigos. Mira, tú simplemente eres una víctima de las intrigas de palacio. Te tendieron un cuatro, caíste. Ramiro Aguilar, el alcalde, y Limber Albores Ruiz, el Síndico, son los únicos culpables de tu situación. Ellos urdieron todo. Vos por cola floja caíste inocentemente. Pero entonces, si ellos planearon todo, son los autores intelectuales de tu desgracia. Son tan responsables como tú. Mi consejo es el siguiente: Si tu primera mujer te va a quitar 5 mil pesos, consíguelos con el Ramiro y el Límber. No digo que cada uno saque 2 mil quinientos cada uno, para qué si tienen las arcas abiertas. No, de su bolsa no sacarán jamás nada, todo saldrá del erario municipal, de los impuestos del pueblo. Tú diles. Ya verás. Nunca me falla.
Cuídate. Ah, y aprende usar los gorritos. Así no tendrás tantas broncas ni te aplicarán aquello de "o cumples o te hago bubulubu", porque aunque digas "cumplo", te dirán "pero primero bubulubu".
¿Querés que te hagan bubulubu?

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