Si no se realizan acciones coordinadas hacia el combate de la pobreza extrema y la desnutrición severa en Comitán el número de tuberculosos podría ascender a un total de 44, en plena zona urbana.
Estos casos se podrían presentar en los barrios Belisario Domínguez, Colonia El Valle, Las Flores, La Pileta,Candelaria, Chichimá y La Cueva.
Actualmente en estos barrios comitecos se tienen detectados a ocho pacientes con tuberculosis, uno de los cuales es reincidente y presenta fármaco-resistencia, por lo que será mucho más difícil su proceso de curación.
Para el gobierno federal la atención a estos enfermos de tuberculosis habrá de costar un aproximado de 380 mil pesos.
Sin embargo, todo ese dinero podría terminar en el cesto de la basura si al mismo tiempo no se atiende el problema de la desnutrición severa.
La razón es que al tratamiento médico debe acompañarle un proceso de combate de la desnutrición, pues el mayor riesgo de adquirir la enfermedad no es la exposición a las bacterias de Mycobacterium tuberculosis, sino esto más un nivel de desnutrición severo.
Los ocho pacientes que viven en la zona urbana de la ciudad de Comitán podrían contagiar, por el grado de desnutrición que enfrentan sus familias, a su vez derivado de la pobreza extrema que enfrentan, a otras 36 personas, entre niños, mujeres y ancianos que conviven con ellos.
Por si fuera poco, algunos de estos enfermos mantienen contacto con grupos numerosos de personas, en salones cerranos, y otros más que, además de la tuberculosis, enfrentan las enfermedades del SIDA y la diabetes, lo que complica los casos.
Este es un S.O.S. para el pueblo de Comitán.
Actualmente en estos barrios comitecos se tienen detectados a ocho pacientes con tuberculosis, uno de los cuales es reincidente y presenta fármaco-resistencia, por lo que será mucho más difícil su proceso de curación.
Para el gobierno federal la atención a estos enfermos de tuberculosis habrá de costar un aproximado de 380 mil pesos.
Sin embargo, todo ese dinero podría terminar en el cesto de la basura si al mismo tiempo no se atiende el problema de la desnutrición severa.
La razón es que al tratamiento médico debe acompañarle un proceso de combate de la desnutrición, pues el mayor riesgo de adquirir la enfermedad no es la exposición a las bacterias de Mycobacterium tuberculosis, sino esto más un nivel de desnutrición severo.
Los ocho pacientes que viven en la zona urbana de la ciudad de Comitán podrían contagiar, por el grado de desnutrición que enfrentan sus familias, a su vez derivado de la pobreza extrema que enfrentan, a otras 36 personas, entre niños, mujeres y ancianos que conviven con ellos.
Por si fuera poco, algunos de estos enfermos mantienen contacto con grupos numerosos de personas, en salones cerranos, y otros más que, además de la tuberculosis, enfrentan las enfermedades del SIDA y la diabetes, lo que complica los casos.
Este es un S.O.S. para el pueblo de Comitán.
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