Roberto Figueroa Mazariegos cometió un error al amenazar de muerte a las compañeras Rossy Guadalupe Pérez y Araceli Mateos por la publicación de la nota de la detención de su hermano. Cierto, el señor no tiene la necesidad de quedar bien con nadie, porque no tiene intereses políticos, a un tipo así no lo quieren ni en su casa ni en El Amate (por eso salió); es más, ni él alcanzaría a votar por sí mismo, no creo que se tolere. Pero lo considero un error porque con esa actitud ha vuelto a ponerse en la mira de las autoridades, y ahora cualquier rasguño que le pase a las compañeras, cualquier daño, lesión o lo que sufran, será atribuible al energúmeno este. Ya lo he visto tratar a las personas en plena calle pública, a quienes se dirige de mentada de madre para arriba, se trate de sus familiares o de sus trabajadores. Tiene tan descompuesta su personalidad y está tan podrido su desarrollo afectivo como los del Coordinador General de Transporte, Aniceto Orantes Ruiz, quien no soporta escuchar el timbre de un celular porque pierde todo tipo de control, a menos, claro, que sea de algún superior jerárquico, ante quienes se pone como chuchito faldero, moviendo la cola al gusto del jefe. Pero, volviendo al asunto del energúmeno comiteco, de veras que da pena ajena, creo que el tener tanto dinero no le da patente de corzo para tratar así a ninguna persona, menos a quienes realizan su trabajo profesional como lo hacen nuestras compañeras, a quienes externamos nuestra solidaridad. ¿De verdad no entiende el señor que un reportero simplemente tiene que hacer una nota como se presentan los hechos, se trate de quien se trate? ¿O acaso no entiende que una enfermera tiene que poner una inyección porque simplemente así lo indicó el médico, le duela o no al paciente y sea éste el que se trate? ¿O va a amenazar a la enfermera que le tocara en turno ponerle una inyección nomás porque le dolió en la nalga? ¿O va a hacer lo mismo si a quien la enfermera inyecta es a un nieto suyo, reclamándole que le doliera el piquete al pequeño? La reportera hace la nota, es su chamba, le duela a quien le duela; la enfermera pone el piquete indicado por el médico, le duela a quien le duela. ¿Es tan difícil entender eso?
sábado, 21 de octubre de 2006
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