miércoles, 25 de abril de 2007

Historia de una Cruel Discriminación



En una reunión con el personal de El Fronterizo del Sur, hace un buen tiempo, comenté a todas y todos: “Antes de que concluyan las elecciones uno de todos ustedes me va a negar tres veces”. “¿Seré yo, maestro?, Me preguntó mi amigo Carlos Domínguez Mijangos (CaDoMi). “Tú lo has dicho, CaDoMi”, le respondí. Dicho y hecho: CaDoMi, mi amigo, me ha negado tres veces. En su columna me llama nada más “Columnista Calenturiento” y “terror de las mujeres” jijiji (todo es cierto, pero…), también me llamo Disraelí y apellido Ángel Cifuentes.

CaDoMi, mi amigo, además, está empujando a mi pluma hacia otro frente de batalla, que yo quería evitar, por deferencia y cariño a un gran tipo, un gran chico, un gran maestro, y un buen amigo: Carlitos Gordillo, el creador de la página electrónica más chida de Comitán: www.comitecos.com, hijo del galardonado comiteco. El Maestro Carlitos me enseñó guitarra clásica durante un año, a finales de los 80s, y gracias a sus enseñanzas aprendí a tocar “Romanza” y, después, “Comienzo y final de una verde mañana”, “Con diez años de menos”, aunque nunca, jamás, con la calidad de los arpegios del Maestro Carlitos.

Entonces, hay ahí una gratitud pendiente, y no defenestrar al galardonado para no empañar la alegría del Maestro Carlitos, era mi propósito.

Pero… CaDoMi me lanza a otra batalla.

En efecto, hace años…









ESTA ES LA HISTORIA

Luz María Castillo es una hermosa niña comiteca que, por motivaciones que no vienen al caso recordar, nació sin brazos ni piernas.

Su inteligencia, sin embargo, es lúcida como su propio nombre

o como la de cualquier niño o niña que no tuvieron dificultades para respirar al nacer, ni han sufrido golpes fuertes en el cráneo ni nada que les afecte el cerebro.

Sus padres, comitecos de quienes podemos enorgullecernos, le han brindado amor y tiempo para que la pequeña tenga un buen desarrollo, en lo afectivo, intelectual, social y de la vida diaria.

Al arribar a la edad suficiente para ingresar al Jardín de Niños los padres de Luci pensaron en llevarla a la escuela de la cual es propietario y Director Jorge Gordillo Mandujano, galardonado el pasado miércoles con la Medalla Doctor Belisario Domínguez, por sus aportaciones a la educación, entre otras.

Increíblemente, el condecorado profesor le negó el ingreso a la menor, nada más porque la pequeña no contaba con piernas ni brazos como los de él, o como los demás.

“Pero mi hija es una niña normal en su inteligencia, habla bien, canta, baila, pinta”, dijo la mamá, cada vez más triste por la discriminación de la que estaba siendo objeto el ser más hermoso y amado dentro de su corazón: la bella Luci.

Pero no hubo poder humano, ni celestial, ni lágrimas que valieran para el profesor Jorge Gordillo Mandujano. La niña fue rechazada.

Una nota periodística publicada por este servidor sirvió para que la Comisión Estatal de Derechos Humanos interviniera en el caso, porque una autoridad estaba violando un derecho elemental, inalienable, de la pequeña Luci.

Al final el organismo buscó que el asunto se resolviera con apego a la ley, pero sin mayores conflictos, y resolvió que fuera recibida por la institución del hoy galardonado con la Medalla Doctor Belisario Domínguez.

Con dignidad, los padres de Luci dijeron: “ahora ya no queremos que entre a esta escuela, porque está entrando a la fuerza, y sin duda va a ser objeto de tratos discriminatorios por el Director y, obviamente, por quienes obedecen sus instrucciones”.

Y la llevaron a un Jardín de Niños oficial.

La niña terminó con excelencia su preescolar por su viveza, por su esfuerzo personal, el de sus padres y, obviamente, de sus maestras, quienes siguieron prodigándole cariño, mucho cariño, y el respeto que se merece toda persona.

Luego fue a la escuela primaria, la “Esteban Alfonso”, de la Colonia Miguel Alemán, donde también cursó su primaria con excelentes calificaciones.











Ella dibuja bellos trazos con su pie izquierdo, escribe con su pie izquierdo, lleva sus alimentos con su pie izquierdo, borra tachones con su pie izquierdo, juega con su pie izquierdo… pero ese pie izquierdo obedece las instrucciones de un cerebro dotado como el de la inmensa mayoría de las personas, más de 7 mil millones en el mundo.

¡La injusticia que sufrió, afortunadamente, sirvió para descubrir que el mundo es diverso, y así como existen personas que discriminan a quienes son diferentes, también las hay quienes saben dar lo mejor de sí para las y los demás: respeto al ser humano, como el que, inclusive, se merece el profesor Jorge Gordillo Mandujano, quien sólo cometió un error, quizá por la estrechez de su pensamiento, al menos en ese momento.

Ejemplo de personas incluyentes que respetan a las personas por encima de cualquier diferencia o atipicidad, fueron las maestras y maestros de su jardín y de su primaria.

¡Ellas y ellos se merecen la Medalla Doctor Belisario Domínguez!

1 comentario:

Anonymous dijo...

Es muy triste que actualmente se estè luchando duramente por la integraciòn educativa de todos los niñ@s del paìs, existan personas con temor a lo diferente.

EN OPINION DE