Ah qué suertudo el tesorero de Tzimol, José Luis Guillén López. Se sacó la lotería.
Gracias a la llegada del alcalde Miguel Ángel Morales Vives le está yendo muy bien a su cantina o “Depósito de Cerveza”.
Es el bebedero oficial.
Ahí se han surtido de chelas y “guamas” todos aquellos que luego han ido a volcarse en alguna curva de las muchas que hay por esos rumbos.
Le está yendo tan bien que hasta está pensando cambiarle nombre: “Restaurante Luisito”, claro, seguiría siendo una cantina, pero ya con mayor nivel.
Por lo pronto le pidió al presidente municipal que construyera un tope frente a su cantina, por si las dudas, e inclusive como mecanismo de defensa para que a los funcionarios tzimolenses no les pase nada en los días que pasan a embriagarse.
Y el alcalde, ni tardo ni perezoso, le puso su tope.
Así los vehículos pasarán con calma, a una velocidad de
A eso se le llama poner los recursos oficiales para beneficio de particulares.
Felicidades.
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