A propósito, habitantes del bello pueblo de Tzimol, con el clima más envidiable de la región fronteriza, mandaron solicitar que el presidente Miguel Ángel Morales Vives le quite ya la camioneta oficial de Protección Civil al Síndico de ese lugar, René Hernández Aguilar, debido a que sigue con el consumo de alcohol a discreción y puede matar con ella, en algún accidente de tránsito, a algún cristiano, cristiana, ateo, atea o lo que sea.
No quieren terminar sus días bajo las llantas de una camioneta oficial.
Dijeron que Hernández Aguilar ya lleva tres percances automovilísticos en lo que va de esta administración, y si sigue con ese ritmo al año podría alcanzar la cifra de 6 accidentes, y en alguno podría acompañarse de alguna fatalidad, y no es necesario.
Recordaron que el primer percance que sufrió fue cuando el síndico estaba aprendiendo a manejar, y le dio en la torre a la unidad, pero se mandó reparar. Era el precio aprendizaje, todo tiene un costo.
Que el segundo accidente que tuvo fue luego de un evento de inauguración en el ejido Manuel Velasco Suárez, con la misma camioneta.
Y el tercero fue en la curva El Platanar, donde casi pierde la vida.
¿Dónde será el cuarto?
Por si las dudas.
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