miércoles, 3 de diciembre de 2008

Historias de "traidorcetes"

En la vida de los partidos políticos se han dado traiciones importantes, las más de las cuales han ocurrido merced a la paga, a costales de dinero que llegan a las manos de las personas que, de pronto, ante tanto billete y la oferta de traicionar a sus amigos, deciden hacerlo.

17 diputados priístas recibieron cientos de miles de pesos en la administración de Pablo Salazar Mendiguchía, entre ellos uno de La Trinitaria, quien por lo mismo fue expulsado del PRI, aunque ahora ya puede regresar a su partido. Eso sí, ya todo mundo sabe: quien traiciona una vez, traiciona dos, tres y mil veces.

De Comitán se recuerda también la traición del ex gobernador Roberto Albores Guillén a su partido, según se sabe también fue por dinero y por la garantía de que ya no sería investigado judicialmente por el gobierno del también Pablo Salazar Mendiguchía.

Del municipio de Socoltenango se recuerda la traición que sufriera el mismo Satanás, en aquella misma etapa; Albores Guillén fue traicionado, esa vez, por Mario Carlos Culebro Velasco. ¿A dónde hubiera llegado el famoso "parachico" sin el apoyo de Roberto Albores? A ningún lado, el socolteco no tenía luz ni merecimientos propios. Prueba de ello es que luego de aquella traición no ha logrado absolutamente nada. Ni va a conseguirlo. Se convirtió en un cadáver político, a menos que por ahí aparezca otro "padrino", pero éste debe saber que igualmente podrá ser traicionado, porque, otra vez, quien traiciona una vez, traiciona mil veces.

En Comalapa las traiciones más sonadas de los últimos días son las de José Alfredo Santiago Guillén y de Hugo Eduardo De León Galindo. El primero fue candidato a la presidencia municipal del PRD y, luego, regidor plurinominal por ese partido. Como tal, fue promotor inicial de que los regidores priístas le dieran la espalda a su presidente municipal, del mismo color y partido (PRI), y como el alcalde fue el primero en traicionar a su pueblo, aquellos le entraron y, pensando en los ciudadanos comalapenses, de los problemas que se veían llegar, de la falta de cumplimiento de la palabra empeñada en campaña, aceptaron mandar a la fregada a Irán Guanerges Mérida Matamoros. Recuerdo que Pepe Santiago me llamaba a mi celular dándome a conocer su logro, presumiéndolo, y al final consiguió que me reuniera con todos ellos: los regidores priístas y el propio regidor perredista, en el restaurante "La Campiña", donde tomamos coca-cola con hielos. Pero luego vino la traición del propio Pepe Santiago a los regidores tricolores, a quienes dejó en el pleito con Irán Mérida, mientras que el regidor perredista, otrora enemigo acérrimo del inepto alcalde, decidió recibir 600 mil pesos del alcalde, para traicionar no sólo a los regidores priístas, sino a todo el PRD y los militantes del Sol Azteca comalapense. Pepe Santiago, de hecho, ha ido de traición en traición: primero estuvo en el PRI con Uber López Camey, luego traicionó al tricolor y se convirtió en gente de Alberly Ramos Hidalgo, cuando estuvo como candidato del PVEM a la presidencia; luego traicionó al PVEM de Alberly y de Paco Cuchara y decidió irse al PRD, como candidato. Ahora Pepe Santiago traicionó al PRD y volvió al PRI. ¿Cuándo irá a traicionar al PRI o a Irán Mérida?



La otra traición fue la de Hugo Eduardo De León Galindo, quien también fue asesor político de Pepe Santiago; no sé si habrá recibido parte de los 600 mil pesos, o quizá hizo un trato aparte, pero me consta que antes de entregarse en cuerpo y alma al presidente comalapense fue su opositor. No sólo en campaña, cuando hablaba pestes del originario de Santa Apolonia, sino una vez que Mérida Matamoros logró asumir el poder. La mayor queja de Hugo Eduardo era la cuestión de la inseguridad, debido a tanta cantina convertida en prostíbulo en la ciudad comalapense. Por esas fechas, sus enemigos eran los regidores priístas y el propio Mérida Matamoros, y sus amigos eran el mismísimo Enrique Robledo Molina, José Antonio Pérez Escobar y Doña América. Inclusive les tomé foto juntos. Hugo Eduardo vestía camiseta color azul, con vivos blancos y rojos, barba de dos días, gorra también en azul. La reunión, que presencié, fue en casa de una señora que se llama América, quien sirvió agua fresca de limón, con hielos. Ahí, el consenso fue enviarle al presidente un ultimátum, a través de El Fronterizo del Sur: "O funcionas o convocamos al pueblo", le advirtieron a edil. Lo suscribió el joven Hugo Eduardo, con todas sus letras, y recientemente, en una llamada telefónica de su cel a mi cel, me recordó ese episodio.

La nota decía, textualmente:

"Si no realizan los operativos, lo tendremos que hacer nosotros", dicen integrantes del Comitán de Consulta y Participación Ciudadana de Frontera Comalapa, ante la falta de respuestas del edil para atender los problemas de inseguridad creciente en el lugar.

Y agregaba:

"O funcionas o convocamos al pueblo", le advierten a Irán Mérida Matamoros Matamoros, quien se ha desentendido de la inseguridad en el municipio, como si no hubiera adquirido ninguna responsabilidad al asumir la presidencia municipal, o si con sólo llegar se hubiera embriagado o ensordecido".

"José Antonio Pérez Escobar (presidente), Hugo Eduardo de León Galindo (Secretario) y Enrique Robledo Molina (tesorero) dieron a conocer que con fecha 6 de febrero le presentaron al alcalde un plan de trabajo para combatir la inseguridad, pero hasta la fecha el edil no ha respondido a ese documento".

Eran duras las críticas de Hugo Eduardo de León Galindo, publicadas el 2 de julio de este mismo año.

Ahora no dice lo mismo, sino exactamente lo contrario. Pero por entonces De León Galindo no había recibido paga de Irán Mérida.

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