Desayuno Joseanista convertido en fracaso, en ayuno

José Antonio Aguilar Meza (nomás por el Meza, si no quizá fuera candidato a gobernador), casi homónimo del candidato del PRI a la gubernatura de Chiapas, José Antonio Aguilar Bodegas, puso a “ayunar” a los compañeros de la prensa de Comitán. El pasado viernes.

Es cierto, hay compañeros y compañeras que requieren de un proceso de purificación de su cuerpo y, más aún, de su alma, como, por ejemplo, el Rodolfo Ramírez Zambrano, corresponsal de Noticinco, y la Chapis, reportera de Carteles de Comitán.

Es cierto, hay compañeros y compañeras también un poquito pasaditos y pasaditas de peso, y prefiero no decir nombres para que nadie se entere quiénes son las gordas, pero de varones ahí está el Tono “K” y el Francisco Javier Cruz Domínguez.

Pero aunque eso sea cierto ya cada quien debe decidir, desde su propia soberanía, cuándo va a ponerse a dieta o a “ayunar” para purificarse el alma.

Pero el Toño, como está un poquito gordo (no crean que mucho eh, no estoy diciendo que esté muy grueso o que de plano esté rebasado de lípidos, cayendo en la obesidad, no, no y no), pero por ese poquitín se avienta el tiro de ponerse en ayunas. El asunto es que con esa decisión, personalísima, pasó a traer a mis compañeros de prensa.

Pero la verdad, así, la neta, neta, los hechos fueron de esta manera: mi buen Toño “G” fue víctima de un tercero, Luis Manuel Zuart, del equipo de JOSEAN, quien había promovido un desayuno con la prensa, pero se le ocurre llegar tarde a la cita.

Ya las tripas de los colegas tronaban escandalosamente, algunos ya sentían que, al estilo de Tío Cuco, su estómago se había pegado a la espalda.

Eso es una injusticia, aquí y en China.

Por eso ese desayuno del abanderado prisita fue un ayuno, un fracaso, el pobre Josean no sólo va perdiendo la elección, sino que lo están hundiendo sus colaboradores.

Y conste que no me refiero al gordo, para nada, sino a ese tal Luis Manuel Zuart, mejor que no se meta en estos líos. La impuntualidad e informalidad no ayudan en nada, menos en el terreno de la grilla.

Oí vos gordo, vos Toño “G”, no te encabronés conmigo. Bien sabes que sos mi amigo. Yo no tengo la culpa que te gusten mucho los tacos de suadero, de cueritos y de chorizo verde o pevemista.

Lo que sí quiero es que me digás ya a que puesto de elección popular te voy a apuntar. Acuérdate que esos cargos se distribuyen En Caliente.