En el municipio de Las Rosas el cambio es de 360 grados. Giró hacia la derecha, pasó por el centro, se inclinó hacia la izquierda y finalmente quedó en el punto de partida. De ese tamaño.
HOY, COMO AYER
Por eso, las cosas hoy están como ayer, como al principio, como siempre, sin que se perciba transformación alguna. Inclusive, puede que estén empeorando. De ese tamaño.
Y, como el de hace tres años, el actual presidente ha sido, es y sigue siendo un desconocido. Mientras el que concluyó la última administración priista anduvo siempre en el limbo, el actual parece no haber salido de él. Y como el anterior arribó al poder por casualidad, este también. De la nada pasó al PRI, del tricolor a la candidatura del PAN y del blanquiazul a la nada otra vez. ¿O ya tiene credencial de panista?
¿Quién GOBIERNA EN LAS ROSAS?
Hoy en Las Rosas no se sabe si existe una persona gobernando, aunque constitucionalmente hay alguien que rendirá cuentas ante el Órgano Superior de Fiscalización del Congreso del Estado, sobre la administración municipal. De ese tamaño.
Si uno llega al edificio municipal a buscar al edil, el hombre buscado no está ni se sabe nada de él. La secretaria que despacha junto a la Secretaría Municipal sólo informa que el presidente municipal está fuera de la ciudad, y lo hace con la mayor amabilidad que le caracteriza. Para evitar que el ciudadano no se regrese a su comunidad con las manos vacías, con la misma amabilidad que le es posible ofrece un par de alternativas: “¿Gusta que lo reciba el Síndico Municipal o prefiere que le atienda el Secretario Municipal?”
Aunque todo mundo sabe que con estos dos funcionarios nada se puede arreglar, hay quienes les conceden el beneficio de la duda y aceptan, educados, alguna de esas opciones. Los demás salen encabronados y le espetan a la amable muchacha que no les interesa, por la misma razón. De éstos hay quienes juran que jamás habrán de regresar, y puede que así sea, mientras que otros le conceden al presidente municipal, de quien nadie sabe o conoce sus apellidos, el beneficio de la duda. Y ya es mucho conceder. De ese tamaño.
VOLVER AGENDAR, PARA VOLVER A FRACASAR
Otros aceptan volver a agendar la reunión o visita al flamante edil, con esperanzas de encontrarlo en la siguiente visita. Inclusive dejan anotado uno, dos o tres números telefónicos por si acaso vuelve a repetirse alguna otra salida del presidente a la capital del estado.
Y vuelven a llegar. Así de necios.
Y a los 8 días, a la misma hora, en el mismo lugar, otra vez el presidente no está. Otra vez fuera del municipio. Otra vez en el limbo. En la nada. Otra vez la amable propuesta, de la amable chica, ofreciendo las mismas dos alternativas: “¿Gusta que lo reciba el Síndico Municipal o prefiere que le atienda el Secretario Municipal?”
Y alguien le habrá de decir: “Señorita, sólo dígame por favor si está o no el presidente municipal, quien hace 21 días quedó de atenderme hace 14 días, y su secretario municipal volvió a decirme que viniera hace 7 días, y usted me dijo que el alcalde me recibiría hoy. Si no está solamente dígale que ya no me interesa la entrevista”. Así, de ese tamaño.
NO HAY NINGÚN CAMBIO
Así las cosas en Las Rosas. El cambio fue de 360 grados y por eso no hay ningún cambio, o quizá está peor que antes.
¡Qué pena por los panistas y pobrecitos los habitantes de Las Rosas!
Porque, de veras, la presidencia municipal no cuenta ni con una línea telefónica.
Bueno, sí tienen, pero sólo para recibir llamadas.
¿Por qué?
Porque la actual administración no tiene la capacidad, que es mínima, de por lo menos conseguir unos 7 mil u 8 mil pesitos para pagar la deuda que tienen ante Teléfonos de México.
Si eso no puede conseguir, ¿acaso podrán alcanzar resultados mínimos de alguna gestoría para su municipio, no ya para pagar una deuda telefónica ante Telmex, sino para llevar ropa caliente a las comunidades donde hay más marginación y azotan más las ondas gélidas que tiene a los habitantes postrados ante el frío? ¿O ya la pagaron? Quizá sí, quizá nunca tuvieron la deuda, pero sirve el pretexto para justificar el por qué no pudiero avisar que la cita se cancelaba por enésima vez.
De ese tamaño.
Qué pena por los panistas.
NO IMPORTA, DE TRES AÑOS, YA SOLO QUEDAN 17 MESES
Habrá que pedirle a los habitantes de Las Roas que tengan paciencia. Son sólo tres años y ya sólo restan 17 meses. ¿Qué tanto es tantito?
Ya probaron al PRD y no resultó. Volvieron a votar por el PRI y tampoco resultó. Ahora se fueron por el PAN y no está resultando. ¿Volverán nuevamente al tricolor?
Por eso bien cabe aquello de la chica que estaba decepcionada del PRI porque los priistas son puro dedo, y luego se decepcionó del PRD porque los perredistas son pura boca, y ahora está decepcionada porque el del PAN ya estando arriba no sabe qué hacer, excepto robar elecciones, fraguar elecciones de estado, imponer un fraude cibernético...
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