Las Calenturas de Figueroa Niño

Qué mala suerte, en serio.

Necesitábamos una foto de Francisco Javier Figueroa Niño, la mejor carta del PRI para la diputación local por el distrito poniente, y no la encontré en ningún lado.

Ni en "google" ni en "yahoo" ni en ninguno de mis archivos, obviamente.

Y, caray, cada vez que escribía su nombre en los buscadores de la web aparecía el nombre del fotógrafo neoyorkino Spencer Tunick.

"Ese no va a ser diputado, no lo necesito", pensaba, y le iba dando clic a otros links donde veía su nombre y sus apellidos.

Fue como a las dos horas de búsqueda que supe el motivo: Francisco Javier Figueroa Niño se había ido al Distrito Federal a posar para la lente del famoso artista, quien logró en la Ciudad de México su mayor convocatoria para esta expresión artística desnudista que ha realizado en otras ciudades del mundo.

El regidor tricolor de la comuna tuxtleca sencillamente fue parte de los miles de modelos voluntarios que acudieron desde las 4.30 horas a la sesión fotográfica de casi cuatro horas.

Cuando Tunick apareció sobre una escalera ante los asistentes y preguntó "¿Who are you?", Francisco Javier Figueroa Niño respondió: "Hasta arriba en las encuestas".

Con el espíritu izado a toda hasta para sus adentros agregó : "y con muchas féminas persiguiendo aquello que tanto le jaloneó la enfermera a "El Pacho" el día en que éste nació".

El problema es que esa foto no le puede servir al conductor de Notinúcleo ("para qué esperar hasta las 8 si usted puede informarse más temprano") para la campaña, aunque sí a sus adversarios.

Ellos van a utilizarla en su contra, acudiendo al expediente de la llamada "guerra sucia".

Ya me imagino a la Chachita con una foto en sus manos del Figueroa Niño en pelotas.

Aparte de echarse sus carcajadas diría: ¿Y a éste querían los diputados Hugo Mauricio Pérez Anzueto, Mariano Díaz Ochoa, Eduardo Francisco Zenteno Núñez y Belisario Gómez Rodríguez para alcalde sustituto? ¡Pero si yo me veo más buena, qué digo buena, rebuena, como Santa Elena!"

El problema es que ella, simplemente, no mandó su solicitud oportuna al fotógrafo neoyorkino Spencer Tunick, y Figueroa Niño sí.