martes, 29 de mayo de 2007

Se va Mario Solís Cantoral


Mario Solís Cantoral está preparando sus maletas. Se va, pronto se va.

Se va junto con Jorge Constantino Kanter.

Ya se escuchan las notas de Las Golondrinas y sus ojos se observan llenos, una basurita ocasionó que se llenara de lágrimas, y luego otra, y otra, hasta que sus mejillas quedaron totalmente mojadas.

No creo que haya tanta basurita en el techo de la Secretaría Particular del ayuntamiento de Comitán, sino que le ganó la melancolía.

Dejar el cielo cositía no es cualquier cosa; lo sabe quien ha disfrutado de este clima, del hueso de tío Jul, de un buen trago comiteco, o del calor de alguna comiteca, de las que llegan a misa en el templo del Calvario, Jesucito, San José, Guadalupe, San Sebastián o donde haya.

Quizá por eso anda así: compungido, cabizbajo, con las alas caídas, con la mirada en el limbo o en el horizonte, menos donde están sus cuates.

A ratos se alegra también porque se va de Comitán y se dirige a Tuxtla, donde también tiene queveres, quereres y cuates de chupe.

Pero mientras en la capital va a estar en permanente proceso de pasteurización.

El calor allá es tremendo y, derivado de ello, en las oficinas ponen el clima hasta los diez grados.

Aquel que entre y salga de unas oficinas así, se pasteuriza, por aquel método de eliminación de bacterias y virus resistentes que sólo mueren cuando, de manera intencionada, se sube la temperatura a grados muy altos, y, de manera abrupta, se baja a temperaturas menos cero.

Ni modo, tendrás que pasteurizarte, Mario.

Porque no creo que Rigoberto Guillén Pérez tenga la menor probabilidad de alcanzar la candidatura del PRI a la diputación local.

Tampoco Guillermo Rodas, Víctor Guillén Guillén y mucho menos, pero muchísimo, Marco Antonio Morales Liévano. Nomás van a gastar su paga, a perder el tiempo, a contaminar el ambiente.

Mario Solís decidió apostarle a Jorge Constantino Kanter, para asegurar su viaje a Tuxtla, por lo menos tres años.

Por eso anda preparando las maletas desde ahora, porque sabe que su jefe o ex jefe va a aplastar con votos a sus demás adversarios, tanto en la interna contra los ya mencionados, como en el proceso constitucional, contra Charrinel Alvarado Villatoro.

Se va el Mario con el sentimiento del deber cumplido. Supo Kanter elegir a un buen Secretario Particular, que supiera canalizar las demandas, llevar la agenda, mantener permanentemente informado al Presidente, propiciar buen ambiente entre quienes llegaban a tocar las puertas de las oficinas del edil y, aun cuando no pudieran ser atendidos el día y la hora que llegaran, salir con un buen sabor de boca.

“Pero si un día te traiciona el destino, tu buena estrella te comience a fallar, piensa en Comitán y venís a chupar comiteco”.

Saludos.

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