Más sobre el Fraude Electoral del Mapache Fox

Con razón vimos tanta afluencia de votantes el 2 de julio. De veras que me creí eso de que habíamos alcanzado alto grado de ciudadanización y civismo. La afluencia de votantes superó cualquier expectativa. Por lo menos fue de dos dígitos la diferencia con procesos electorales presidenciales anteriores. Es el problema de la ingenuidad y la inocencia, de la que abusaron Vicente Fox, el PAN y el Virtual Presidente de las Manos Sucias, Felipe Calderón Hinojosa. Las grandes filas que vimos no fue sino la cola del Mapache Mayor, antes Chachalaca Mayor, según el fallido bautizo de Andrés Manuel López Obrador a Vicente Fox. Estaba en las filas “un extra”, un “plus azul”, movido gracias al dinero de todos los mexicanos y utilizados para la compra-venta de un sufragio, a 250 pesos cada uno. Pero, ojo, no sólo fue la movilización de una cuadrilla de “mapachitos electorales” con un cargamento de dinero cada uno. Para nada. Aquí fue donde se puso en acción el “Cuñado Incómodo”, el famosísimo Hildebrando. El “cuñado incómodo” fue el artífice, el cerebro de una operación que requirió información privilegiada tomada de las propias computadoras del Instituto Federal Electoral (IFE) y la Secretaría de Desarrollo Social. El PAN-MAPACHE supo que la diferencia estaba en movilizar al mayor número de votantes pro-abstemios. Eso hizo el 2 de julio: checó de los datos IFE-HILDEBRANDO cuáles ciudadanos eran beneficiarios del “Programa Oportunidades” y entregó a cada uno de los “beneficiarios” la cantidad de 250 pesos, pero poniendo especial énfasis con aquellos ciudadanos que antes no votaban. A éstos no sólo les dio su dinero de “Oportunidades”, sino también aprovechó las reuniones tradicionales para enseñarles cómo iban a votar y mostrarles el color de los billetes que iban a recibir y que cantidad exacta. Como a niños de escuela les dieron una copia fiel de cualquier boleta presidencial y les mostraron cómo y donde trazar la equis. Y si el 2 de julio del 2006 usted vio que votó un 13 por ciento más de mexicanos, en relación a la cifra de participación ciudadana en otros procesos electorales presidenciales, sepa de una vez que de ese tamaño fue el índice de votos fraudulentos sólo en el renglón de los beneficiarios de "oportunidades", sin contar con los otros recursos utilizados. Tenga usted a su IFE ciudadanizado, entregando información privilegiada al “Cuñado Incómodo”. ¿Cómo la vio desde ahí?

CALENTURAS

*** EN TEOPISCA. Ahora resulta que se ha venido aumentando las posibilidades de inflar, usted, varón, ya puede ir diversificando sus alternativas de productos para inflar, si antes su lista se reducía a inflar un globo, una urna electoral y “algo más”, ahora puede dedicarse a “inflar obras” , como, acusa un regidor panista, Antonio Urbina Pérez, está ocurriendo en el municipio de Teopisca. Vaya a usted a saber cómo se puede hacer semejante cosa. Ya me quiero imaginar una cancha de básquetbol inflada, ¿permitirá un juego de 10 contra 10 en lugar de las tradicionales quintetas? O inflar una obra de infraestructura educativa: ¿serán aulas con capacidad para 60 chamacos cómodamente sentados? Sea lo que sea pero al regidor azul no le gustó y está ya demandando la pronta intervención del Congreso del Estado, para que se auditen las “obras infladas”. Si para eso están los preservativos, que ahora se deben colocar junto a las sillas edilicias y en los 118 ayuntamientos chiapanecos.

*** EN SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS. Es una bronca transitar por las lobaticalles, digo, las calles de SCLC. Pronto podríamos llamarle "bachisancris", o dejarle de decir valle de Jovel y ponerle valle de hoyos. Hay mucho bache, están tan perforadas las avenidas y calles que uno se pregunta quién tiene la insana manía de desflorarlas de ese modo, y no hay de otra que pensar en la primera autoridad municipal. Éste, claro, bien puede culpar al factor tiempo y, mejor aún, al factor lluvia. Pero las calles y la lluvia no están solas en este mundo. Tienen a un tercero en discordia que es la autoridad, quien debe invertir recursos en obras viales, para eso los ciudadanos pagamos impuestos. No creo yo que el señor alcalde no tenga su corazoncito latiendo por alguna diputación federal o local para otras fechas, por tanto debe poner empeño en su trabajo. Obras de bacheo son bien vistas, ningún conductor le recuerda la familia a quienes cumplen con esa tarea. Sí, las calles y avenidas de SCLC están en condiciones deplorables, pero seguramente eso va a cambiar en las próximas semanas. ¿O no Lobato?