El Síndrome de la Envidia Joseanista

Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad; será por eso que quien no hace lo que quiere codicia lo del otro y más aun si el otro tiene algo por que, según el primero, no se lo merece. Pobre hombre que no tiene la simpatía de los demás y tiene que luchar para conseguirla, que tiene que pagar para hacer el amor, que se hace el cobarde cuando se enfrenta a hombres de maldad que ve los defectos de quien quisiera ser pero desgraciadamente se enfrenta a la verdad, no está loco, según el es perfecto, ese es su único defecto, no embriagarse frente a todos, pues no es lo mismo alcoholizarse que ser barrabás. La envida deja en evidencia las carencias que no puedes aceptar, a veces se nace con el don, a veces con un legado en una vida, eres el hijo rey en esta vida, eres el esclavo, pero no del guerrero, sino de tu actitud codiciosa, mañana quedarás olvidado, nadie recuerda a los que desacreditan, no hay presentes para los enojados. Hechos están y seguirán pasando, ni modo, no te tocó hacerlos, tú no podrás borrar el pasado, nunca serás traicionado, ya que estás del otro lado, no podrás olvidar que para nada eres noble, ya que no estás acostumbrado, tendrías que haber nacido otra vez, pero esta vez ten cuidado, los defectos de un hombre se borran con la actitud que ha mostrado, el que siente que pierde cuando es deshonesto tira patadas de ahogado, no le importa ganar si sabe que está tirado, sólo quiere dejar en mal al que presenta propuestas, al que sigue ganando, la lluvia vendrá en mayo o a su tiempo ordinario, así son los bendecidos en el día de su santo, la resaca se quita cuando el cuerpo es rehidratado, la fuerza da la victoria, la nobleza es del inmortalizado.