martes, 12 de septiembre de 2006

Guillermo Rodas, un Caliente sin Argumentos

Dice Guillermo Rodas Pérez que la inactividad del Congreso del Estado, debido al ausentismo chantajista de los legisladores del PRI, trae estabilidad al país y a Chiapas. Así lo mandó publicar el señor. O sea que para protagonismos cualquiera se apunta, aunque no tenga mucho que decir ni la mínima coherencia, basta con tener poder, o paga. ¿De verdad sabrá lo que dijo? Imagínese: la falta de responsabilidad de los diputados tricolores trae estabilidad a Chiapas, su falta de apego a la ley abona a la gobernabilidad. También llama la atención el que exija respeto al TRIFE, defendiendo con ello el triunfo del PANISTA Felipe Calderón, el de las manos sucias y la campaña del odio, y por otro no piense lo mismo en cuanto al respeto a las instituciones electorales de Chiapas, exigiendo que le den el triunfo a José Antonio Aguilar Bodegas a pesar de haberse quedado rezagado más de 6 mil votos. Si el triunfo vale igual por un voto como dice la ley, que con los 6 mil de Juan Sabines, o los 200 mil de Felipe Calderón. En todo caso ¿por qué no le toman la palabra a Juan Sabines de que se haga conteo voto por voto casilla por casilla? Éntrenle, para que no quede la menor sombra de duda. Pero para El Señor Rodas Pérez no se vale denostar contra el IFE y el TRIFE, pero sí contra el IEE y el TRIE. ¿Chingón, no? Y que no me diga que la reportera anotó mal, porque quien retomó sus palabras es una persona muy profesional, cuidadosa, pero ni modo que le corrija la plana al señor. Si eso dijo ni hablar, así lo tuvo que registrar, además a la reportera no le interesa si el señor es incongruente o no, si cae en la necedad o en la estulticia. Lo dijo, lo reproduce y punto. Le voy a dar un consejo don Memo Rodas: haga bien las cuentas de la lana que por tantas obras que su condición de diputado local suplente le ha permitido obtener, y de ahí tome un poco para que alguien haga los boletines de prensa; la reportera del diario a quien le dio la información puede hacerlo muy bien y entonces sí tendrá la obligación de señalarle a usted donde están sus incongruencias, y hasta de corregir juntos los boletines que se haya de publicar, así no caerá en aberraciones a la lógica ni en ataques a la inteligencia de la ciudadanía. ¿Le cuadra? Sale.

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