Ni quién pueda negar que la sucesión de Juan Sabines Guerrero inició el día que éste tomó posesión del cargo.
De hecho, hay mucho chiapaneco que se siente con las virtudes de asumir la primera magistratura chiapaneca.
De entre quienes aparecerán apuntándose para disputar esa candidatura están el Güero Velasco, Jaime Valls Esponda, Rutilio Escandón, los hermanos Morales Vázquez, Sami David, Roberto Albores Gleason, Juan Carlos Cal y Mayor, y otros más.
Es una lista de puros varones, calenturientos todos.
Pero, y ¿qué ondas con las mujeres? ¿No tienen pues su corazoncito?
Tienen eso y mucho más, pero pesa demasiado el machismo.
Son menos las hembras chiapanecas ubicadas en la palestra de la política. Son más los machos masculinos metidos de grillos.
No sé por qué tenemos que estar viendo la disputa política entre puro varón. No han dado lo mejor de ellos.
No quiere decir que si llegara una mujer se van a romper paradigmas en los sistemas de gobierno, nada que ver.
Pero a mí se me antoja tener a una gobernadora. Ya otros estados han tenido jefes del ejecutivo dominado por alguna mujer, sin que haya pasado nada sobresaliente, como tampoco pasa con los varones.
Pero se me antoja, pues. Es mi gana (mientras no sea mi mujer, que de todos modos no puede, porque no es chiapaneca).
Pero, ¿quiénes estarían con posibilidades de por lo menos aparecer en alguna columna política con miras a ese puesto de elección popular?
No hay mucho donde escoger. El mundo de la política aparece dominado por el varón.
Por ejemplo, si nos vamos a los cuadros que tiene Juan Sabines en las distintas Secretarías de Estado, tiene pocas mujeres. De hecho, a mi mente no llega ninguna fémina importante, salvo la Secretaria de Desarrollo Social, María de los Ángeles Cruz Hernández. Bueno, yo no las conozco, de esas pulgas no brincan en mi petate.
Y ¿de las diputadas locales?
Tampoco. Ahí también predomina el machismo.
De 40 diputados locales, 24 uninominales y 16 plurinominales, 34 son varones machos masculinos, y seis son mujeres. Nada más.
Y de hecho no conozco a ninguna, son pulgas de petates ajenos. Para escribir esta columna sus nombres correctos tuve que acudir a la página electrónica del Congreso del Estado, y encontré los nombres de Ana Elisa López Coello , Nelly María Zenteno Pérez, Martha Grajales Burguete, MagdalenaTorres Abarca , Sonia Catalina Álvarez y Sonia Rincón Chanona.
Alguna de estas mujeres podría ser diputada federal cuando en el 2011 ya estemos con las calenturas sucesorias más al rojo vivo, y esa podrá aparecer en alguna columna política, buscando posicionarse.
Me voy a la lista de los actuales diputados federales y encuentro que de 18 legisladores federales chiapanecos (12 uninominales y 6 plurinominales) sólo 4 son mujeres. O sea, una insignificancia.
Ellas son Martha Cecilia Díaz Gordillo, Holly Matus Toledo, Yary del Carmen Gebhardt Garduza y Arely Madrid Tovilla. Lo malo para ellas es que para dentro de seis años no tendrán mucho espacio desde dónde promoverse, pero igual pueden hacerle la lucha.
Y, yéndonos a checar a la lista de senadores, pues sólo aparece una, María Elena Orantes López, una señora a quien tampoco tengo el gusto de conocer.
En resumen, lo más seguro es que me quede con mi deseo de tener gobernante mujer sucediendo a Juan Sabines, porque no aparece material femenino para ese encargo, hay muy pocas y no las veo mucho, bueno, casi nunca.
Sólo sé que no me gustaría tener al Güero Velasco como gobernador, un tipo hueco que sólo se la pasa fabricando (con ayuda de su vocero) frases que aparezcan publicadas en los diarios, pero de ahí en adelante no tiene nada, o tiene muy poco para dirigir los destinos de Chiapas.
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