Allá en el municipio de Las Rosas comenzaron los dimes y diretes entre los dos Chemingos.
Chemingo Meneses, el líder perredista, el luchador social, hizo todo lo que estuvo en sus manos para que Chemingo Argüello ganara la presidencia municipal. Hasta dinero puso de su bolsa, a pesar de ser más pobre que yo, lo cual es mucho decir.
Lo mínimo que esperábamos del ahora alcalde, encumbrado ahí por el perredismo y el petismo, no por los pevemistas, es que le expresara una palabra mágica que lleva las siguientes letras: G R A C I A S. No la pronunció, no parece existir en su diccionario.
Eso lo sabe bien su regidor Francisco Velasco, mejor conocido como Don Panchito, quien ha reiterado que sí, que Chemingo Argüello sí le debe la presidencia municipal a Chemingo Meneses, cuya lucha para llevarlo al trono municipal inició hace tres años, cuando el huarachudo se convirtió en regidor plurinominal, sólo para denunciar las tropelías y la corrupción de Ramiro Aguilar Castañeda.
Nadie más con el valor civil que Chemingo Meneses para denunciar los malos manejos de Ramiro. Nadie más. Y lo hizo durante los tres años de la administración prianista, ante los medios de comunicación.
Fue tal el desprestigio de Ramiro y de todo su ayuntamiento que cuando llegaron las elecciones ya se sabía quién ganaría las elecciones municipales: el candidato que tuviera el respaldo de Meneses y del perredismo pinolteco.
Y así fue: el candidato del PAN quedó muy lejos del candidato que Chemingo Meneses apoyó, el mismo que tres años antes no había podido hacer gran cosa solo con su PVEM.
Por ello, cuando los perredistas le ofrecieron la candidatura, Chemingo Argüello raudo dijo que sí, que dónde firmaba, que ahora sí, que por fin le iría bien al pueblo, que gobernaría con perredistas honestos, con petistas ídem y con alguno que otro del verde ecologista.
Y se comprometió a darle espacios a unos y otros.
El problema es que no cumplió, ni a perredistas, ni a petistas, sino sólo a sus amigos, tengan o no historial de corrupción o de fraudes.
Se comprometió Chemingo Argüello a darle a un perredista la Secretaría Municipal, el que el PRD determinara, pero cuando supo que el perredismo se había pronunciado por Chemingo Meneses se olvidó de su compromiso y puso ahí a Juan Carlos Ozuna Fernández, de cuyas acciones dudosas hablaremos en otra entrega. Sí, por ahí está un archivo con información de una compañía cervecera.
La cuestión es que se dio el rompimiento, un triste rompimiento, debido a la ingratitud. Pero el problema no será que Chemingo Meneses no esté en el gobierno, el problema será que los colaboradores multiseñalados sin duda harán de las suyas, esa es su forma de ser, su esencia, su modus vivendi y estilo de vida.
Otra injusticia..., pero contra Floriberto Santiago
Otra injusticia fue haber dejado fuera de Protección Civil a Floriberto Santiago González, sin duda alguna.
Un tipo en extremo trabajador, limpio, luchador, entregado a la protección de la gente indefensa, los pobres entre los pobres.
El frío extremo no mata a los pudientes, sino a quienes viven en chozas o casas de cartón.
Las aguas de los ríos turbulentos no arrastran las casas de los caciques, sino de la gente que no encuentra un mejor lugar donde vivir.
A esa gente protegía Floriberto Santiago, para quien los horarios de trabajo no existían, sino sólo las necesidades de la gente ante el embate de la naturaleza.
Bueno, ya el gobierno estatal tomó la decisión, y en el pecado llevará la penitencia.
De todos modos a Floriberto le aparecerán opciones laborales en una variedad de municipios, donde ya conocen su don de gente y capacidad de resolver los conflictos.
El alcalde que se lleve a este compa para su propio departamento de Protección Civil Municipal se sacará un diez.
Porque no sólo tendrá a un colaborador entregado al trabajo, sino con gran capacidad de gestoría.
Sin duda a los pocos días de tomar el mando, o quizá desde antes, Floriberto le habrá llenado al municipio para el que trabaje todo un estacionamiento de equipos y unidades para el combate de incendios, ambulancias para el traslado de lesionados, y quién sabe qué tantas cosas.
Y sé que el alcalde zapaluteco, Manuel Pulido, se lo quiere llevar para sacarle raza con unas zapalutecas bien chidas, no, para que se encargue del área de protección civil, de la que carece hasta ahora.
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