jueves, 16 de abril de 2009

Mientras los ricos lloran, tuberculosos reciben víveres



La lucha contra la tuberculosis en Comitán apenas comienza.

Su arranque parece anunciar que no se contará con el apoyo de los ricachones comitecos, pero sí de la clase social media y, aún, de la baja, de la gente de los barrios, de hecho son éstos últimos los que hasta el momento han estado aportando más que cualquier otro sector.

El sector público, las instituciones de los tres niveles de gobierno, aún no dan señales de vida. El Fronterizo del Sur los convoca a sumarse, o a enfrentar la vergüenza de contar con tantos enfermos de tuberculosis, y de que ésta siga extendiéndose, creciendo exponencialmente.

“Funcionarios del Gobierno Federal, del Gobierno del Estado y de los municipios fronterizos, ¡uníos!” Jajajajaja; en los sesentas la frase era: “proletarios de todos los países…”

El hecho de que se anunciara en esta columna que se convocaba a los hombres más favorecidos por la revolución mexicana en Comitán a sumarse a esta cruzada, fue tomado como una agresión.

Arnulfo Cordero Alfonso, Rafael Morales Serrano, Antonio Guillén Gordillo (Balazo), Manuel Bermúdez Tovar, Víctor Manuel Albores Guillén, el de Abarrotes San Luis; Enrique Álvarez Guillén (Volkswagen), Roberto Fuentes Domínguez, Belisario Villatoro Robles (Gasolinera Villatoro), El dueño del Sanatorio Ulloa, Luis Ignacio Avendaño, del Sanatorio Genoveva, Flor Moreno, del Hotel Flor de María; Eduardo Ramírez Aguilar, Darinel Alvarado Villatoro, Roberto Albores Guillén, Rubén Morales Serrano Hotel Morales, Manuel Albores Alcázar, Rafael Pinto, constructor; CP Solís, de la Constructora Progreso; Ramón Cancino Ibarra y Roberto Pulido Gordillo, se sintieron confrontados.

Y algunos han sido explícitos: “son chingaderas que incluyan mi nombre en esa lista, voy a demandar al tal Disraelí”, y otros, más moderados, simplemente dijeron: “no era necesaria esa confrontación”.

De acuerdo. Lo que sí es necesario es su colaboración.

Y ahí es en donde está el verdadero problema: no quieren colaborar.

Algunos han respondido simplemente que se van a comunicar con nosotros, otros simplemente aducen no estar en la ciudad y que no van a estar en Comitán por quién sabe cuánto tiempo.

De unos esperamos su llamada, aún, de otros que nos avisen cuándo van a dignarse visitar Balún Canán, a ver si ahora, ya iniciado el Festival Cultural “Rosario Castellanos”, se dejan ver por aquí y se toman la molestia de aceptar la reunión.

Pero, si no, de todos modos no nos vamos a detener.

Si los ricachones no le entran, ahí están los políticos. Que me digan que no, también, y aún sin ellos tampoco habremos de flaquear. Pero que me digan que no, lo quiero escuchar, no sean como los hombres del dinero, que simplemente ignoran la invitación o al Comité.

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Delegación Comitán, ya anunció su participación. Le va a entrar. No precisamente tienen que aportar dinero, ellos pueden ofrecer un empleo a un familiar del tuberculoso. Que éstos se ganen el pan de cada día con el sudor de su frente, es una propuesta que complemente el esquema asistencialista del que estamos partiendo.

Igual vendrán procesos de capacitación laboral, educación, talleres, cursos, lo que sea, pero no quedarse con las manos cruzadas.

Este miércoles el Comité comenzó a recibir recursos de personas que, por ahora, no han autorizado dar su nombre. Y este mismo miércoles se comenzó con la compra de los complementos nutricionales, llámese víveres, y se fue a entregar a ocho familias comitecas, donde por lo menos hay una persona con tuberculosis.

Son los primeros resultados.

A quienes aportaron los recursos se les entregará facturas, debidamente requisitadas, para que puedan deducirlo de impuestos. Su “inversión” será recuperable.

Claro, sabemos que, aún con la utilización de las facturas, puede entrar la corrupción, porque la corrupción somos todos, ya lo dijo José López Portillo.

Por eso, la factura será acompañada de un oficio de agradecimiento firmada por la persona afectada por la tuberculosis y, si es necesario, signada también por sus familiares, con todo y huella dactilar.

Pero, claro, también así puede entrar la corrupción, quién dice que no.

Por eso, ese documento se debe acompañar de un seguimiento detallado y científico del estado nutricional del tuberculoso y sus familiares.

Pero, claro, también así puede entrar la corrupción, quién dice que no.

Por eso también debiéramos pensar en acompañar todo este proceso de justificación con algunas fotos o videos donde los beneficiados reciban los recursos (esto, por cierto, resulta violatorio de los derechos humanos del paciente con tuberculosis, es muy discutible, aún con la autorización expresa de los afectados).

Pero, claro, también así puede entrar la corrupción, quién dice que no.

Por eso también debiéramos sumarnos todos a vigilar el manejo de los recursos en esta cruzada en contra de la tuberculosis.

Porque sí se manejará dinero, y mucho.

En Las Margaritas la inversión será cercana a los 900 mil pesos. En Comitán alrededor de 500 mil. Y así sucesivamente, mucha lana.

Y habrá recursos en especie y en efectivo.

Y cada peso debe llegar a su destinatario, no a los integrantes del Comité.

Si no se hace con transparencia nos ocurrirá lo mismo que le pasó a Chemingo Argüello en Las Rosas: aflorará la corrupción, se nos caerá el teatrito, como al alcalde pinolteco se le calló la losa de la escuela que está construyendo. Fsur.

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