En los 118 municipios de la entidad, en los 24 distritos electorales, la vida política sigue, en una nueva etapa, pero intensa.
Hay 118 nuevos alcaldes electos, algunos con menos, otros con más problemas postelectorales. Hay también 24 diputados electos que comienzan a disfrutar ya de las mieles del poder, a pasarla de lo lindo, y a dizque trabajar a partir del 15 de noviembre; seguirán pasándola bien los próximos tres años; lo único que necesitan es ponerse sobre la piel un caparazón semejante al de las tortugas para que toda crítica les resbale. Es todo.
Los que sí trabajarán, intensamente, son los presidentes municipales; obviamente, algunos más que otros. Pero la mayoría enfrentará demandas, exigencias, peticiones, lloriqueos, súplicas, de que les cambien la vida, al menos durante algún breve tiempo.
Sí, definitivamente, trabaja mucho más un alcalde que un diputado; las excepciones son aquellos que alcanzan alguna de las dos presidencias del congreso local: la de la Mesa Directiva y la de la Junta de Coordinación Política, más quien llegue a ésta última.
Atrás quedaron los 500 candidatos perdedores que buscaban una alcaldía y los 70 candidatos a una diputación que sufrieron el polvo.
Los primeros analizan si tomarán una regiduría plurinominal para tratar de recuperar, sin trabajar, una mínima parte del dinero que invirtieron sin éxito, o comienzan a rehacer el equipo, a trabajar en otra cosa para reunir dinero y pagar donde comprometieron dinero de su bolsa, pero que no buscarán ninguna regiduría “pluri” pensando en el futuro, en lanzarse dentro de tres años.
La Familia Gordillo
Quienes optan por una regiduría enfrentan a otros militantes del partido que los postuló, donde por cierto algunos se sienten dueños de la franquicia partidista, como el caso de Comitán, con la tristemente célebre familia Gordillo.
Ignoro cuánto habrá pagado Mario Gordillo para comprar la franquicia municipal del PAN en Comitán, pero ya nadie duda que sea “su parcelita de poder”, la cual ha venido usufructuando desde hace ya varios años.
Y lo hace de varias maneras, entre ellas las más rentables son, primero, agenciarse de las candidaturas (a diputado, a alcalde, a síndico y a regidores), de donde obtiene alguna lana, “haciendo como que hace” campaña sin hacerla, pero facturando. Y la segunda forma es vender esas candidaturas.
O sea, si no entra paga con la candidatura, entra vendiéndola.
Ya me imagino al Mario Aguilar en la compraventa de la candidatura, con sus cabellos rizados en el INSTITUTO “PRINCES”, negociando con Alejandro Sánchez Crócker y/o Roberto Albores Guillén.
Por lo visto tendré que comprar yo también una mi parcelita partidista, para conseguir lana para la leche de la chata (y de las otras no tan chatas); a ver si el cultísimo David Esponda Argüello me echa la mano para adquirir el dominio del Alternativa o por lo menos me conecta con quien corresponda para hacer la adquisición. Con factura o sin factura, me da lo mismo.
Por cierto durante los últimos meses nos habíamos olvidado de la familia Gordillo. La estrategia de comunicación panista resultó muy efectiva, eficiente. Fue buena estrategia hacer “a un lado” a Mario Noé Gordillo, aunque no pudieron hacer lo mismo con la mamá de éste, quien finalmente quedó incrustada en la planilla panista.
Yo les había propuesto, ya cuando faltaban escasos días para que concluyera el mes de junio, que acudieran a Francisco Javier Ruiz Vera para que desde el programa “NUESTRA CIUDAD” se hiciera una colecta a fin de reunir recursos financieros que alcanzaran para instrumentar una cirugía. Extirpar al llamado “cáncer gordillo” era importante.
Al parecer Sánchez Crócker no lo hizo, no pudo, sólo aplicaron un mejoralito a través de sus oficinas de comunicación social, pero que ahora revienta, porque ese equipo de trabajo se disgregó, se fueron sus elementos a cumplir con otras obligaciones.
Ni modo. Quizá Comitán tenga que seguir sufriendo esa enfermedad, parece que se trata de un quiste (ah, recuerdo que allá en Emiliano Zapata le llaman “Ishpite”), tan molesto que aunque lo corten, luego vuelve a salir.
Saludos afectusos a la Contadora Leticia Albores Ruiz
Mi amiga la contadora Leticia Albores Ruiz ya es la Secretaria de Promoción Política de la Mujer del Partido Acción Nacional (PAN) a nivel estatal. Nadita.
Qué bueno que salga de la negativa influencia de la sombra de Ramiro Aguilar Castañeda, el sepulturero de su partido.
Leticia Albores llega ahí a ocupar el cargo que dejó Ana Elisa López Coello, quien se va, con su suplente, JORGE ANTONIO TRUJILLO FLORES, al Congreso del Estado, para participar de las actividades legislativas del grupo parlamentario panista durante los próximos tres años.
La Lety es chingona. Sabe hacer política. Estuvo trabajando en la campaña de Pablo Salazar, le entró duro, con todo. Lo hizo crecer ahí en Pinola.
De ahí consiguió colocarse en la Delegación del Servicio Estatal de empleo, subiendo la productividad de la dependencia hasta en un 79 por ciento, según lo pude constatar yo mismo, particularmente en el tema de las colocaciones de desempleados (dejaron de serlo), proyectos productivos, capacitación, entre otros.
Desde ahí operó para buscar la candidatura del PAN a la presidencia municipal de Las Rosas, pero en ese caso perdió ante los caciques de Pinola, los llamados “Roros”, quienes impusieron al priista Ramiro Aguilar, una historia que aún no concluye, pero que los pinoltecos no quisieran volver a repetir.
No fue culpa de la Lety que Ramiro hiciera una pésima administración, ni fue su culpa que perdiera la pasada elección. La culpa la tuvo precisamente el alcalde, quien fue el que impuso (siempre con el consentimiento de los “Roros”) del candidato panista, aunque, la verdad, pusieran al que pusieran, con tanto desprestigio de la actual administración, ni la propia Lety hubiera repuntado electoralmente.
Pero, volviendo al tema, muchas felicitaciones a la contadora. Que sigan los éxitos. Ya lo pasado, pasado, no me interesa. Que venga el futuro. Que se trabaje para que la mujer, del PAN y de cualquier partido, tenga oportunidades de acceso al poder. Sí señor.
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