sábado, 24 de noviembre de 2007

Intolerancia religiosa y “favoritismos”


El periodista Isaín Mandujano publicó las palabras “del presidente de la Barra Nacional de Abogados Cristianos (BNAC), Alfonso Farrera González, quien consideró que se ha hecho “demasiado escándalo” con la irrupción de simpatizantes y militantes perredistas la Catedral de la Ciudad de México, cuando en estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero no sólo se cierran templos de forma violenta, sino amenaza, hostiga y se lincha hasta la muerte a los indígenas que profesan una religión diferente a la católica”.

Es inevitable coincidir con él, puesto que apenas en estos días 18 familias del municipio de Socoltenango, Chiapas, a quienes no sólo les están cerrando un templo, sino que les cierran la posibilidad de vivir ahí donde siempre han vivido, sólo por asumir un credo distinto de la religión católica. Como si eso constituyera un delito.

La nota prosigue:

“En conferencia de prensa, Farrera González dijo que un “escándalo pequeño como esa irrupción se ha magnificado”, aun cuando nadie fue lastimado físicamente y se ha hecho tanto alboroto por ese cierre del templo católico cuando en Chiapas por ejemplo, esas son situaciones comunes”.

Volviendo al caso de Socoltenango, una familia lleva sin luz eléctrica casi un mes, debido a que los católicos no les permiten instalar su luz, a pesar de que la Comisión Federal de Electricidad ya intentó hacerlo, pues el señor ya está pagando el servicio.

“Según el líder de los abogados que defienden la libertad de profesar la religión que más les plazca a los no católicos, eso demuestra que existe un privilegio, favoritismo hacia determinado sector religioso cada vez más reducido y se ignora en los medios y la sociedad en general agravios que se viven en las comunidades rurales donde se vive un alto grado de intolerancia religiosa”.

“Tan grave es el trastocar y el cierre de una catedral histórica como la de la Ciudad de México como el cierre del más modesto templo y linchamiento de los feligreses en una de las comunidades más apartadas y marginadas del Chiapas ,Oaxaca o Guerrero”, indicó.

“Según Farrera lo que está de fondo es lo que se debe analizar y discutir, la intolerancia que se vive para profesar la fe religiosa que más les convenga a los ciudadanos, no el incidente que si bien a ocupado todos los espacios mediáticos es peor en lugares como San Juan Chamula donde se ha linchado a pedradas a quienes optan por ser evangélicos.

“Ahí nadie dice nada. ¿Dónde están los medios? ¿Dónde están las autoridades?, ¿dónde la sociedad que protesta? ¿Dónde los líderes de opinión y politólogos?, porque no se unen a las pocas voces que repudiamos todos los días las graves violaciones al derecho de profesar la religión consagrado en la Carta Magna”, apuntó.

“Expuso que para los gobiernos federal o estatal, como en Chiapas, pareciera que solo hay una religión, la católica. Los gobernantes manifiestan así su preferencia religiosa que llevan consigo. Es como si ganaran por el PRI, PRD o PAN y solo beneficiaran con sus políticas públicas a los de su partido, cuando deberían gobernar sin distingo partidista y además sin opciones religiosas.

“Explicó que su organización tiene registrados al menos 50 casos de persecución religiosa en entidades como Chiapas, Hidalgo, Estado de México, Puebla, Michoacán y Oaxaca. Las denuncias penales que se han presentado en contra de autoridades locales y de los agresores se encuentran detenidas, sin que hasta el momento haya órdenes de aprehensión giradas o cumplimentadas”.

Ojalá y esta realidad vaya cambiando poco a poco, y por lo menos que las autoridades correspondientes hagan su trabajo para evitar ese tipo de manifestaciones, aunque es claro que tiene que hacerse con mesura, porque la intolerancia religiosa, un antivalor, no se va a combatir con otro antivalor, como podría ser el de la imposición o la aplicación de la fuerza pública, aunque sí la observancia de la ley.

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