domingo, 20 de agosto de 2006

Amigo sólo pido de ti, una oración para ella.

"Hola Dis.

"Cómo estas?, imagino que bien ocupado ya que he visto tu trabajo titánico en tu página. Sin embargo quiero compartir contigo mi dolor.

"El día martes por la noche, falleció una de mis hermanas (la mayor). Es difícil poder expresar mi dolor clavado en mi pecho, a veces me ahoga; esto me hace ver lo frágiles que somos los seres humanos y lo que es peor, no sabemos cómo cargar con un acontecimiento como el que estoy pasando.


"Te imaginas, hoy eres una persona que éxiste...mañana...solo queda tu nombre en una madera en forma de cruz, amenazada por el tiempo para borrarlo; así de fácil.

Disculpame te haya elegido para descargar este rencor que traigo atravezado en el cerebro, de alguna forma quiero desecharlo para no envenenar mi alma. No me ha bastado con gritar.

"Mi familia grande (de mamá y hermanas) se está desmembrando. No existe la manera de salvarla.

"Amigo solo pido de ti, una oración para ella.

"Con tristeza sumado el cariño que te tengo, envio saludos para ti y familia. Te recuerdo gratamente.

Azalea".

QUERIDA AMIGA

Nada hay más doloroso que la pérdida de un ser amado. ¡Qué terrible! ¡Qué difícil! Pero no hay de otra: tenemos alrededor nuestro a otros seres queridos, y por ellos y uno mismo se debe seguir luchando. Tienes la tarea de reunir en tu corazón y en el de ellos, poquito a poco, aquellos elementos que permitan mayor alivio.

La persona que se va, además, comparte la idea de seguir la lucha, sobre todo porque nadie parte habiéndolo realizado todo. Lo que no fue posible conseguir y era bueno, hay de darle continuidad. Son proyectos de vida, vinculados al amor fraterno, a la protección de los demás y del entorno, a la consecución de una tarea o una causa.

Y si además lo haces personalmente entonces verás que te hace sentir mejor, porque se honra el recuerdo de quien partió antes que uno y te aligeran los días.

Que sigan, pues, los proyectos, que siga la vida, la muerte es parte de ella.

Que el corazón tuyo siga latiendo para abonar al de los otros.

Dales mucho amor a ellos, y a los que tu hermana quiso y quiere mucho, recibirás desde el cielo la gratitud que llegará a tu pecho en forma de consuelo.

Te quiero

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