martes, 19 de febrero de 2008

Me acusan de “bestia”, “porquería” y otras lindezas


Bueno, hay que reconocer una cosa: las críticas molestan, levantan ámpulas, lastiman.

De acuerdo.

Y hay que reconocer otra: no a todos les gusta que critiquemos a los funcionarios, algunos de ellos tienen sus propios seguidores, familiares, amigos. No sabemos quiénes, pero sí, salen a relucir defensas a ultranza de los alcaldes de Comalapa, Las Rosas, Tzimol y de otras latitudes, donde el Fronterizo del Sur entra a diario con notas que no son del agrado de esas personas.

En algunos casos son los propios funcionarios, lamepisos de esos alcaldes, quienes le entran con respuestas agrias y críticas severas a este pobre aprendiz de todo y especialista en nada, pues aún estoy aprendiendo esto de la artisteada en los medios de comunicación.

Inclusive llegan a pedirme que escriba cosas lindas de su jefe, familiar o amigo en funciones.

Bueno sería que estos críticos de la crítica tuvieran una empresa periodística en sus manos, y que le entraran con aplausos y loas a los presidentes municipales. Ya me imagino cuánta venta y penetración habrían de tener.

Me piden, también, que yo no publique las denuncias ciudadanas, que no les haga caso, que haga como que no existe ninguna denuncia, aunque existan.

El problema es que quienes quieren alabar a los alcaldes no vienen a mis oficinas. Sólo vienen los que exigen justicia. Los invito a que me visiten, los escucharé atentamente. No hay ningún problema.

Bueno, hasta al Chato Ortiz defienden los críticos de la crítica. “Entrar a esta página es una porquería, leer y ahora ver ese video donde usted señor periodista se está metiendo ya en la vida privada de quienes están en la función pública”, escribe un lector.

O sea, como quien dice, no sólo yo me excedo en los descalificativos.

Y luego me pregunta: “¿En qué le ofende a usted, Sr. Periodista, que los de la función pública tomen trago, ¿acaso usted no tiene una vida personal?” (Obviamente tuve que quitar muchos errores de ortografía). Respuesta concreta a esto: Yo no exhibo a nadie de la función pública, ello se exhiben solitos, y no sólo se exhiben borrachos, hasta las chanclas, se exhiben con sus propias tranzas. Si la noticia no es que hayan tomado trago, el Chato cuando no está bolo está de cruda, la noticia tampoco fue el intento de riña a golpes, en realidad lo rescatable de ese video es la denuncia que sale de la boca del Coordinador General del Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Chiapas (OFSE), Juan Antonio Castillejos Castellanos, en contra de los que entonces eran coordinadores de grupo parlamentario en el congreso del estado, entre ellos el Chato Ortiz: una tranza de miles de miles de pesos, que le pertenecían al pueblo de Chiapas.

También escribió el amable lector: “Tome usted o no tome trago debe usted respetar la vida privada de quienes están en la función pública, deje de ofender, porque usted tiene quizás hijos y puede regresar ahí toda su maldad”. ¿Amenaza?

Finalmente escribe, con estilo calientísimo: “Es un bestia como se mete en la vida privada, como ataca al presidente de Las Rosas, al ex diputado Chato, al presidente de Frontera y al diputado Darinel, déjelos en paz”.

Bueno, el que me critica por la forma que yo lo hago, me llama “bestia”, “porquería” y otras lindezas.

Bien, mil gracias por visitar www.en-caliente.com. Sea para criticar, amenazar o agradecer el trabajo que aquí hacemos. Algún día alcanzaremos el grado de perfección, en serio, aunque la verdad yo creía que mis únicos defectos eran ser jugador, bolo y mujeriego. Ya veo que no.

ADOLFO ALTUZAR, CON MUCHO MÚSCULO

A quien hay que irle siguiendo los pasos es al gordo, el ex Delegado de Gobierno en la región Fronteriza, Adolfo Altuzar Figueroa. Lo vi portándose bien en el evento de Charrinel Alvarado Villatoro. Trajeadito. Saludador. Abrazador, con su educado y clásico “mi señor”.

¿Qué rumbo irán a tomar sus pasos? ¿La diputación federal? ¿La presidencia municipal? ¿La diputación local? Este señor también tiene suficiente peso para alcanzar cualquiera de esas posiciones, tiene con qué y por dónde. Puede. Pero antes tiene que ponerse guapo conmigo. Un borreguito o carnero no me caería nada mal, con eso de que ya la Sari me dio mis medicinas para controlar el ácido úrico, puedo aventarme un pequeño “descuidito”.

Por cierto, si él llegara a ser presidente municipal quizá lo pensaría dos veces si le aviento una crítica o no, porque está muy grandote y pesado.

No olvido cómo hace un par de años Adolfo Altuzar tomó una borrega en vilo, con una mano, y lo levantó un metro, luego, con sobradez de musculatura y fuerza física, lo depositó en la góndola de una camioneta. Y eso que la borrega estaba bien grandota y estaba preñada, y alcanzaba un peso tremendo.

Así que estaremos muy pendientes qué tomará entre sus manos como a la borrega: la diputación federal, la local o la presidencia municipal.

OTRO GORDO EN LA MIRA

Encontré también al gordinflón del Pancho Morales en palacio municipal de Comitán, echándole ganas al trabajo. Está en las oficinas del Secretario Municipal, David Esponda. Ambos son mucho más que dos, perdón, ambos son “demasiado” funcionarios para la cartera que ocupan, por lo que se espera que las cosas marchen bien en ese departamento.

Sólo espero que no les gane la calentura política. Está bien soñar alto, ya que su estatura intelectual da para eso y más, pero no vayan a pretender la gubernatura del estado, por favor, además de que faltan muchos años para que haya internas rumbo a la sucesión de Juan Sabines.

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