martes, 1 de julio de 2008

Chemingo, no la riegues


Chemingo Meneses fue recibido apoteósicamente luego que sus captores lo liberaran. Largas horas de espera e incertidumbre precedieron esa recepción multitudinaria, no obstante el fuerte aguacero. Lo aman, sin duda.

Claro, José Domingo Argüello lo detesta y odia, porque están uno contra otro.

En la campaña coincidieron, caminaron rumbo a la victoria, lo lograron, el problema fue a la hora de comenzar a gobernar, pues el ahora edil perdió la memoria, olvidó sus compromisos, hizo lo que quiso con la designacion de los funcionarios.

Lo que sorprende es la bondad e inocencia de los opositores.

Al ver la minuta de compromisos que el alcalde firmó cuando era candidato resulta que Chemingo le entregó el apoyo perredista y lo llevó al poder a cambio de casi nada.

Y aún así Argüello se puso chocante, cuando debiera vivirle agradecido al líder social.

¿Qué acordaron con el entonces candidato que debía entregarles cuando llegaran al gobierno?

Que les correspondería la Secretaría Municipal (el PRD determinaría al responsable del área), cuatro secretarias mecanógrafas, un mensajero, auxiliares administrativos A y B, una afanadora, Subdirección de Obras Públicas, cinco choferes, un campanero, tres macheteros, un bodeguero, un cobrador de mercado, dos veladores, un barrendero, un ayudante de jardinero, Auxiliar de Asistencia Agropecuaria, el Subcomandante de la Policía Municipal y un policía por barrio o comunidad.

Este documento fue signado el 16 de septiembre del 2007. Su incumplimiento generó ya tantos problemas.

En realidad eso es nada para lo que representa el PRD de Chemingo en Las Rosas.

Y aún así el edil opuso resistencia, y la opone aún.

Ahora bien, quiero tratar de entender a Chemingo Meneses, es posible que se haya puesto a pensar que no era bueno pelear tres puestos importantes, para sólo tres personas, porque así sólo se iban a beneficiar tres familias.

En cambio, defendiendo plazas pequeñas las familias beneficiadas serían más.

Aquellos tres no iban a compartir nada con la gente pobre, se iban a enriquecer con su jugoso salario, egoístamente.

No todos son Meneses ni Chemingos, algunos son Cifuentes o Argüellos.

Y Chemingo tiene más compromisos con la gente que sólo aspira a tener un trabajo honesto, aunque mal pagado, pero seguro, que de aquellos con ambiciones de amasar fortunas,tener queridas y alcanzar una diputación, por ejemplo.

Por eso se contentó con esas promesas o compromisos tan sencillos, realistas y alcanzables, pero ni eso quiso cumplir el alcalde Argüello. Así de bueno es para evadir sus compromisos.

Por lo pronto el grupo de Chemingo Meneses logró la caída de dos populares personajes: Juan Colorado y Juan Carlos Ozuna Fernández, el primero por su tendencia homicida, el segundo por su fama de tramposo.

El problema será a quién se va a poner en esos encargos, porque la minuta dice que en el caso de la Secretaría Municipal el alcalde elegirá de una terna que incluye al líder social de huaraches, a quien el edil no quiere ver ni en pintura, y por otra parte los opositores dicen que si Argüello vuelve a hacer a un lado a Meneses entonces volverán al punto de inicio.

Chemingo Meneses, de hecho, sabe que no debiera ser él quien ocupe esa cartera, lo ha dicho en términos muy claros y contundentes, porque no le hace bien a su figura y desvirtúa al movimiento; pero le resulta imposible cambiar de parecer a los comisariados y representantes de barrio, quienes no ven otra opción.

Meneses también considera que el hecho de asumir la Secretaría Municipal es un error, porque le dará legitimidad al alcalde, lo fortalecerá inmerecidamente.

Yo mismo considero que si el líder social asume el papel de funcionario público sólo eso lo coloca del otro lado, en el flanco hacia donde nosotros disparamos, y en cualquier momento podría ser objeto de periodicazos en su contra.

El huarachudo dejaría de ser mi fuente informativa y en lugar de denunciante pasaría a ser denunciado.

A todo eso se expone Chemingo Meneses. Pero los comisariados no quieren a nadie más.

Es más, puede que pierda a un amigo, pero, aún así, José Domingo Argüello no podrá ufanarse de nada, esta servilleta seguirá siendo para él una piedra en su zapato. Los próximos dos años que eventualmente le quedan en la administración, si es que no cae antes, por la razón que sea. Total, no es de mi familia.

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