domingo, 13 de julio de 2008

Hasta pronto, CaDoMi





Carlos Ulises Domínguez Mijangos, mejor conocido como CaDoMi, el creador de esta página y del diseño original del periódico El Fronterizo del Sur , falleció en lamentable accidente el pasado sábado, a las tres de la mañana.
Fue también el creador de decenas, quizá cientos de páginas web o blogs, en Comitán y otras latitudes, incluyendo Tuxtla Gutiérrez.


Llegó a Comitán a invitación expresa del abogado Mario Guillén Guillén, Coordinador de Asesores del Ayuntamiento Municipal de Comitán.



Cuando trabajaba en la Secretaría de Educación, en la capital del estado, el joven CaDoMi, egresado de la Universidad Tecnológica de la Seva, conoció el proyecto del nacimiento de El Fronterizo del Sur, y recibió la invitación, vía Messenger, de mi amigo Politiquerías, como le llamamos a Mario Guillén, por la columna política que escribiera durante algún tiempo.
Llegó con ese propósito, vio nacer el proyecto o fue su partero, le dio vigencia durante dos años, para luego pasar a colaborar en otro diario, de circulación local.


Ahí, estuvo ya como columnista, a través del popular espacio conocido como Entre Café y Café, que también subía a su página de internet, muy visitada por cierto.
A escasos días de su período vacacional, sufrió un lamentable accidente en Huehuetenango, Guatemala, Centroamérica, y cientos, quizá miles lloran su partida.
Como se recordará, El Fronterizo del Sur lo iniciamos Raymundo Díaz Salas, Mario Guillén Guillén y un servidor, solicitando la colaboración de CaDoMi como diagramador y Délmar Gómez Samayoa como impresor.




Cientos de horas de desvelo significó el parto de este periódico de circulación regional ya en 12 municipios, incluyendo la capital del estado.
Y las aportaciones de CaDoMi fueron de gran valía. Por eso lo consideramos fundador, y se le guardó siempre gratitud, respeto y admiración.
En su ascendente carrera de comunicador tejió múltiples relaciones, con políticos de altura.
Él mismo era un hombre con aspiraciones políticas, y tenía grandes proyectos en marcha.
Su pluma a veces dejó un sabor amargo en algunas personas, a quienes criticó severamente; no hay por qué guardar en el corazón esos recuerdos, porque fue parte de su trabajo, CaDoMi le dio voz a quienes le pidieron el apoyo para denunciar a algún político o funcionario, cumplió, pues, con su deber.


Pero también tuvo el tino de reconocer el trabajo y las aportaciones de aquellos políticos que, a su juicio, aportaban algo importante a la ciudadanía.




La partida de CaDoMi dejó muchos Corazones destrozados, me consta.

El de mi amiga Lucía Gudalupe Becerril Macal, a quien CaDoMi conoció luego de diagramar la columna En Caliente, de quien preguntó si todas las cualidades humanísticas e intelectuales ahí descritas de ella eran ciertas.
Respondí con dos palabras: Cel. 9631003694.
De lo demás no me enteré sino meses después, pues cada quien supo, por sus cualidades, que había hallado a la vida de su vida, hasta que...
Por supuesto, su madre, padre y hermanos, sufrirán su pronta, demasiado adelantada partida.
Fueron muchas las personas que, llorando, hablaron a mi celular, preguntando con ganas de escuchar un no de la muerte de CaDoMi.
No menciono los nombres porque no sé si sea conveniente, pero, como cita Luis Fernando García Rodríguez, el Guillotinero “Se me fue mi amigo a hacerme un sitio, en el más allá”, y debemos aguantar vara.






Allá nos vemos.

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